Me reuní con JohnConnor_950 en la seguridad y anonimato que propone el metaverso, específicamente en el lobby de Fortnite. Nos encontramos allí porque este joven empresario rosarino, constructor de industrias de base tecnológica, no solo prefiere mantener su identidad a resguardo, sino también a salvo de posibles informantes o agentes de inteligencia. Es que parte de su su trabajo -al menos el que motiva esta entrevista. lo obliga a moverse en un área gris, donde reputaciones se crean o se destruyen en redes sociales y en la web en cuestión de minutos. JohnConnor_950 es el padre de Skynet, sugestivo nombre para un elaborado sistema que vincula a humanos, bots y servidores diseminados alrededor del mundo que trabajan para lograr posicionar un producto que muchas veces es un candidato político. Skynet es, en pocas palabras, una máquina de persuadir, convencer y manipular. El pináculo de la psicología social.

-¿De qué se trata Skynet?

-Skynet es una gran plataforma de tecnología, de humanos y de estrategia. Lo que hace es trabajar para diferentes verticales, algunos de ellos son los políticos a nivel de construcción de partidos y perfiles políticos, su posicionamiento o instalación. Lo mismo a nivel corporativo cuando hay que construir, ordenar o limpiar un perfil para algún puesto muy importante o para la firma de un contrato. Permite generar todo un ecosistema para que las dos puntas se conecten y se logre el objetivo, que es cerrar algún tipo de negocio o un posicionamiento.

-¿Posicionar un determinado producto para convencer a alguien que sería negocio invertir en él, por ejemplo?

-Sí, exacto. Por ejemplo a nivel corporativo, un CEO o en algunos casos una corporación completa tiene que lograr algún tipo de contrato y necesitan que influyamos en ese entorno para que tengan visibilidad. Para que cuando googleen vean que está todo limpio, que las landing pages y todo lo que está alrededor te lleve a un perfil super limpio y ordenado. Incluso ese perfil está construido previamente con cientos de miles de backlinks, que son códigos que van debajo de infinidad de sitios web y que Google te lleva ahí indirectamente. Cuando el usuario común te busca, caes en esa página que nosotros queremos. Te hacemos soñar la fantasía, generamos confianza en el otro, que digas “ok, esta compañía está buenísima” o “fijense el relacionamiento que tiene este director” o “este flaco es un crack”. O al revés, tenemos que tumbar a alguien justamente para que no sea un crack. En algún punto es ofensivo y defensivo, entonces son estrategias totalmente diferentes, donde hay humanos, donde hay tecnologías y hay robots.

Probé Skynet con publicaciones en Twitter e Instagram
Las estadísticas del tuit se dispararon en cuestión de minutos

Vender autos, gaseosas o indumentaria no es muy diferente a vender un candidato político; al fin y al cabo se trata de productos que -como consumidores- intentan persuadirnos para que compremos. Aunque estemos convencidos de lo contrario, no sólo somos permeables a la seducción del marketing, sino que además la propensión natural al comportamiento de rebaño y el impulso emocional tampoco ayudan. Esto transforma a Skynet en una máquina implacable.

-¿Tenés o tuviste clientes de la política argentina?

-Sí, tenemos clientes en toda Latinoamérica, incluso en Europa. En Argentina hay varias provincias en las que trabajamos mientras todo el resto está durmiendo o está de vacaciones, y es la parte en la que instalamos o posicionamos gente. Para 2023, que comienzan las campañas, la mayoría cree que tienen que arrancar dos meses antes, pero los que entienden esta herramienta arrancan un año antes o más. Lo construído durante ese año de ventaja no hay manera de tumbarlo. Ya tenés un posicionamiento enorme, en algunos casos para mostrar gestión, para posicionar a alguien o en otros casos para dinamitar un partido internamente con fake news y acciones que hacen que esos candidatos se bajen antes porque terminan dudando de su propio equipo.

-¿Es una máquina de ganar elecciones?

-Sí. De ganar y de perder también. En algunos casos nos contratan para que algunos ganen y en otros para que alguien pierda. Son estrategias totalmente distintas, muchas veces hay que posicionar a alguien para que después pueda salir a jugar fuerte a nivel social, entonces primero hay que acomodarlo internamente. Por dentro, la mayoría de los partidos políticos están en el jurásico, son gente que no entiende muy bien cómo es que pasa todo esto. Así es que después se encuentran con casos como el de Chile, donde ves que un tuit de Boric tiene miles de comentarios, miles de retuits... Se convierte en un influenciador social, pero ahí hay un 50% mentira y un 50% real, en algunos casos solo un 20% real y el resto todo es inflado.

Perfiles falsos comentando la publicación en Twitter

-Supongamos que quiero ser candidato a algún puesto político local, ¿cómo me ponés en modo ganador?

-Lo que hacemos es trabajar con muchas líneas de tiempo. Algunas son públicas, lo que llamamos fronting: la vía pública, la campaña tradicional, el afiche, las redes sociales básicas y el perfil, esa es una parte. Nosotros somos la agencia back, la que está debajo. Lo que hacemos es construir todo un relato con un perfil político y a partir de ahí comenzamos un proceso de transformación e instalación. Te vamos a dar visibilidad en algunos casos indirectamente con gente que habla de vos, o construimos influenciadores que no existen y vos lo seguís, o te imponemos a través de activismo digital. Es parte Skynet y parte humanos, esos humanos construyen un mito y un storytelling alrededor tuyo pero digital, donde vas a ver fake news, noticias, sitios... Líneas de tiempo que van en paralelo. Esto funciona la. 24 horas, nunca para, vos publicás algo y lo traccionamos con tu equipo de activismo digital. La gente va a decir “mirá la cantidad de visualizaciones que tuvo con este video, qué bueno lo que está haciendo”, entonces compran ese ecosistema. No te puedo revelar mucho más porque es el secreto del negocio

-¿Es legal esto?

-A ver... Lo que no está en la ley no es ilegal. Nosotros tomamos a nuestros clientes como un producto y para posicionarlo usamos herramientas de 360°, tanto de humanos, con community managers, más toda esta maquinaria que está descentralizada, con muchos servidores alrededor del mundo que la hacen casi imposible de detectar. Cada campaña es un servidor que puede estar en Tailandia, en Canadá o en Tucumán y la información que se construye va por ahí. Pero no, no es ilegal.

Skynet es, en pocas palabras, una máquina de persuadir, convencer y manipular

-Si te contrata un partido político, ¿cómo es el cobro? Porque supongo que el partido no puede andar blanqueando que está contratando una maquinaria para influir en la comunidad

-Herramientas para el cobro hay de todo tipo, desde criptomonedas a pagos en efectivo en diferentes tipos de billetes, lo que te imagines. Nuestra compañía también es global, por lo que tiene cuentas descentralizadas, entonces de esa manera es mucho más sencillo. A mi no me interesa cómo el partido político genera la recaudación de dinero para hacer nuestro pago, lo que tiene que hacer es pagar siempre adelantado. Siempre. Lo que hacemos a veces es una prueba de un día, con eso alcanza para que se den cuenta que nuestra Skynet puede dar vuelta absolutamente todo. 

-¿En qué plataformas tiene su campo de acción Skynet?

-Todo lo que sea digital. Nosotros podemos manipular todas las redes que te imagines: WhatsApp, Telegram, webs, TikTok, Facebook, Twitter, Instagram, Spotify, YouTube, Netflix... Todos los streamings de video, todos los lives. Cantidad de personas en vivo publicando, generando contenido, visualizaciones, me gusta, comentarios... Se arma todo un ecosistema para construir activismo político, tanto positivo como negativo, en todas las plataformas que tengan acceso digital. Todo eso se puede manipular por completo para generar una confianza en el ecosistema, marcar una tendencia y que el resto la siga.

La publicación en instagram también mostró una actividad inusual

-¿Cómo creas usuarios falsos que parecen reales?

-Tenemos un modelo estilo avatares, una bolsa enorme de miles de cuentas que ya tienen historia, que fueron creadas en 2007, 2008, 2009 y son cuentas con vida propia. Nuestra Skynet las mantiene y les genera contenido, entonces nunca sabés cuál es cierta y cuál es falsa. A algunas les gustan los perros, a otras les gustan los autos, otra habla de tecnología, otra del orgullo y así sucesivamente. Entonces cuando se generan tendencias, esas cuentas empiezan a tuitear y difundir un contenido totalmente distinto. Nunca los podes conectar porque tuitearon y después están hablando de los perros, de los gatos o de los autos. Te termina mareando, no hay chances de que puedas descubrirlo.

Perfiles falsos en acción, en este caso comentando en la publicación de Instagram

Ya sea política o negocios, Skynet no se detiene. Trabaja las 24 horas poniendo likes y generando contenido para que un podcast, un video de YouTube o las publicaciones de Instagram no sólo tengan “me gusta” sino también interacciones. “Incluso generamos tráfico en los sitios web de noticias para que el comercial te muestre que a determinada sección entran un millón de personas y vos digas wow, la verdad que sí, te voy a poner pauta. Caes como un boludo porque te está mostrando la analítica. Hay medios que nos compran tráfico específico de Argentina, entonces nuestro sistema le mete todos los días 50,000 personas que visualizan esa sección o ese sitio. En algunos casos hacemos al revés, viene una agencia y nos dice “che tengo que mostrarle a este cliente que la campaña en Facebook es un éxito”, entonces nos compran tráfico desde Facebook a su sitio. Cuando le muestran las analíticas ven que todos vienen de ahí como por un embudo y creen que hicieron una campaña bárbara”, detalla JohnConnor_950.

-O sea que no tendríamos que creer en nada de lo que estamos viendo en las redes sociales...

Yo te diría que sí, porque en definitiva esto se construye para que vos lo creas [risas]. De hecho hemos instalado candidatos que no los conocía nadie, si vos creíste y te vendimos este producto, es porque funcionó.