Los fiscales que actúan como acusadores en el segundo juicio oral a Carlos Telleldín, por el atentado a la Amia de 1994, dieron por probado que entregó la camioneta usada como cochebomba a sabiendas de que podía ser utilizada para un delito grave y pidieron la prisión perpetua.

Los jueces Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero terminaban este miércoles de escuchar el alegato fiscal y luego será el turno de la defensa oficial, en el debate oral que se prevé termine antes de fin de año.

Telleldín está procesado sin prisión preventiva como partícipe necesario del atentado ocurrido el 18 de julio de 1994 y que dejó 85 víctimas fatales. Ya pasó ya una década en prisión desde 1994 a 2004, lapso durante el cual estudió abogacía, profesión que ejerce en la actualidad.

"No le importó", concluyó el fiscal Roberto Salum ante el Tribunal Oral Federal 3 en el inicio de su alegato la semana pasada, al referir que está probado que el 10 de julio de 1994 Telleldín vendió la camioneta a alguien con acento extranjero, que se presentó en su casa "medio disfrazado" y con una "valija llena de dólares" y se llevó el vehículo sin revisarlo ni pedir papeles.


Ese día Telleldín "se representó como probable" que el destino para el vehículo podía ser un delito grave, como "un atentado terrorista" y "no le importó", fundamentó el fiscal en el alegato que entró en cuarto intermedio hasta este miércoles, cuando solicitó una pena de prisión perpetua efectiva para el acusado ante el Tribunal Oral Federal 3.

Si bien la fiscalía consideró que el entonces reducidor de autos no fue cómplice de los terroristas ni sabía que el objetivo era volar la Amia en Pasteur 633, "falta a la verdad cuando dice que nunca supo para qué será usada. Eso es falso".

Apenas cometido el atentado a las 9.53 del 18 de julio de 1994, Telleldín "ya sabía que había sido usada su Trafic porque al momento de concretar la operación ilícita de venta se lo había representado y al instante de cometido el atentado supo definitivamente que la Trafic que se usó fue la que él entregó", argumentó la fiscalía.

Los fiscales Salum y Sergio Eyherabide recordaron que Telleldín en esa época se dedicaba al negocio ilícito de compraventa de autos robados, mediante el doblaje, y por eso tenía herramientas para darse cuenta de que la operación de venta de la Trafic usada en Amia no había sido "normal", como la quiso presentar.

Ex Inteligencia de la Policía en la dictadura

 

Los fiscales, además, aludieron al pasado de Telleldín como parte del área de Inteligencia de la Policía cordobesa en la dictadura militar, entre 1977 y 1981.

"Sólo basta recordar que esa dependencia fue tristemente célebre en la represión ilegal en la dictadura, sus integrantes se destacaban por la saña contra los secuestrados en la tortura", dijo Salum.

Todo esto "le daba a Telleldín herramientas poderosas y sofisticadas para identificar lo obvio, que la finalidad de la obtención de la Trafic podía ser para un hecho terrorista y no le importó".

La querella de la AMIA-DAIA tampoco consideró probado que el actual abogado haya sido parte del grupo terrorista que voló la AMIA y causó 85 muertos el 18 de julio de 1994 y por eso en su alegato reclamó 20 años de cárcel.

Los Familiares de Víctimas solicitaron por su parte la pena de prisión perpetua porque entendieron que Telleldín sabía del atentado, proveyó y acondicionó la camioneta para soportar el peso de los explosivos y actuó motivado por "odio racial".