Antonio Poblete corrió la Media Maratón de Mendoza, la más masiva de Sudamérica, donde no solo ganó la carrera sino que registró un récord del circuito y también al cruzar la meta, buscó a su novia y le propuso casamiento.

Un fuerte y contundente “¡Sí!”, recibió como respuesta. Más allá del logro deportivo, tras levantar los brazos como símbolo de victoria, Tony se dirigió a su novia Virginia. Le alcanzaron el anillo, una bandera y una remera, se arrodilló ante la mirada de todos y llevó a cabo el mayor acto de amor de su vida.


En diálogo con TN, el atleta confió: “La propuesta de casamiento la tenía en mi mente desde hacía bastante tiempo. Hace seis años que tengo un hijo con mi novia y estamos esperando otro. Quería darle una muestra de amor”.

“Este deporte es algo egoísta y el atleta termina acomodando todo lo que esta a su alrededor para poder entrenar y estar en buena forma. Así, a veces, nos olvidamos sin querer de los que nos rodean”, reconoció Poblete, haciendo mea culpa.

A su vez, agregó: “Lo cierto es que no me olvido de los que me acompañan, pero también trabajo y le dedico mucho tiempo a mi entrenamiento, por lo que termino por acomodar todo para poder brindarme de lleno y mejorar mis marcas. Es por eso que entiendo que estar en buena forma también es gracias a la persona que te acompaña, debés tener ese equilibrio, si no estoy seguro que sería imposible”.

Nico Verdugo es compañero de entrenamientos de Antonio. Durante toda la previa, si bien había preparado la carrera aspirando a llegar en los primeros puestos, una molestia física le impidió participar. Es por eso que tuvo que cambiar de plan y se puso a disposición para organizar todo y que nada faltara mientras su amigo corría.


Poblete corrió los 21,097 metros en 1 hora, 4 minutos y 26 segundos, mejorando el crono de Julián Molina, que un año antes había hecho el récord del circuito.

Con respecto al récord, admitió que no se imaginaba lograr ese tiempo. “Al ser de Mendoza puedo entrenar en un circuito similar, pero no esperaba esto. Mi idea siempre fue atacar en donde mejor me siento, que es en subida, pero resultó ser que cuando descendía me sentía muy bien también”, concluyó.