Trágico. En el Hospital Carlos Lanfranco La Hoz de la localidad de Puete Piedra, Lima, nació un bebé a las 26 semanas de gestación. Los médicos declararon erróneamente su muerte y lo mandaron a la morgue en dos ocasiones. Murió por las bajas temperaturas.

El dolor de la mamá del pequeño, Laura Argomedo, no tiene nombre. Fue al hospital, dio a luz y los profesionales lo creyeron muerto a su hijo dos veces. En la primera se dieron cuenta que era un error, por lo que trasladaron de nuevo al pequeño, que pesaba 780 gramos, a la sala de pediatría. Luego, en ese misma área, concluyeron otra vez su deceso y dispusieron que el bebé volviera a la cámara funeraria, donde permaneció por diez horas.

La madre del bebé aseguró que el personal de limpieza del hospital "oyó el llanto del bebé", pero nadie le prestó atención. Finalmente, fue un fiscal quien descubrió que el menor aún se encontraba vivo, tras ingresar a la morgue en busca de otro cadáver. 

Según publicó Crónica.com.ar, la urgencia del caso hizo que el recién nacido fuese trasladado al área de cuidados intensivos del Instituto Nacional de Salud del Niño, en la localidad de San Borja, lugar donde falleció. La causa de su muerte fue la exposición a las bajas temperaturas, donde estuvo durante horas.

La madre sostuvo: "Es algo que no puedo superar, ¿cómo mi hijito pudo sobrevivir tantas horas solito? Ninguna autoridad del hospital me explicó por qué no se atendió a mi hijito. ¿Por qué no se lo ayudó? Voy a seguir hasta lo último".

Luego de lo ocurrido, el Hospital Carlos Lanfranco La Hoz abrió un proceso administrativo de investigación hacia el personal que intervino en la muerte del bebé. En tanto, la propia Fiscalía del distrito también realizará una pesquisa a la institución médica, con el objetivo de dar con los responsables. 

Triste coincidencia

Un hecho similar se dio hace años en el hospital Perrando, de la ciudad de Resistencia, en Chaco. En abril del 2012 una beba fue dada por muerta por los médicos pero cuando sus padres fueron a ver el cuerpo, lloró. Según explicó la madre de la niña, Analía Bouter, fue ella quien sintió la necesidad de verla. "Hasta que no la viera, yo sentía que estaba viva", dijo y agregó: “La resurrección existe”.

Sin embargo y pese a todos los cuidados, Luz Milagros Verón Boutet, falleció en el hospital Provincial de Rosario en junio del 2013.