El sur de Santa Fe y la zona de Rosario dejaron de estar bajo alerta meteorológica este domingo a la tarde, luego de 24 horas de ser parte de la advertencia de Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pero sin que se registraran precipitaciones. La tormenta se aleja hacia otra región.

Las lluvias se esperaban desde la madrugada pero con el correr de las horas el anuncio se fue posponiendo y finalmente las nubes más densas se fueron hacia el noreste sin descargar ni una gota en la ciudad.

El agua se esperaba para calmar un poco el calor atípico para julio, en pleno invierno, y sobre todo aplacar los incendios en las islas del Paraná que este fin de semana, además del daño ecológico en el humedal, tuvieron a maltraer con el humo a las diferentes ciudades de la margen santafesina.

El sábado fue un día de calor inusual para el invierno en Rosario que, además, sufrió el humo de la quema de pastizales. El pico fue durante la tarde, donde las cenizas ensuciaron casas más allá de la costanera.

Pese a los intentos por apagar los focos, muchos persistían y sólo el agua de lluvia podría traer algo de alivio al aire viciado de calor y hollín.

No obstante, el SMN mantenía el pronóstico de tormentas o al menos lluvias aisladas para las próximas horas, sobre todo en el comienzo del lunes, con un descenso de la temperatura: se anuncia una mínima de 7 grados y una máxima de 13, dando pie a una semana fría otra vez.