La carrera por volver a llevar astronautas a la luna está en pleno desarrollo. El programa Artemisa, de la NASA, sigue avanzando y este martes se anunció la firma de un acuerdo entre la agencia norteamericana y la Agencia Espacial Europea (ESA, en inglés) para la construcción conjunta de Gateway, un orbitador lunar. Mientras tanto, SpaceX apuesta todo para hacer pruebas de aterrizaje en suelo lunar antes que la NASA. 

El pasado mes de abril, la NASA anunció los primeros beneficiarios de sus contratos comerciales para el programa Human Landing System. Para ello dieron mil millones de dólares a dividir entre tres empresas: Dynetics, Blue Origin y SpaceX. Pero el dinero no se dividió de manera equitativa.

Las tres empresas desarrollarán distintos módulos de aterrizaje

La NASA tiene un objetivo claro: desarrollar uno o más módulos de aterrizaje para la Luna, con la idea de llevar astronautas hasta allí para después devolverlos hasta el orbitador lunar Gateway. Por este motivo, las tres empresas recibieron diferentes cantidades de dinero.

Cómo se distribuyeron los fondos

Para el equipo de Blue Origin, en el que se incluyen empresas como Draper, Lockheed Martin y Northrop Grumman, fueron 567 millones de dólares. Blue Origin usará el dinero para desarrollar un sistema complejo de tres etapas que utilizará el módulo de aterrizaje Blue Moon.

Por su parte, Dynetics recibió 253 millones de dólares para construir su módulo de aterrizaje de una sola etapa.

Por último, SpaceX recibió tan solo 135 millones de dólares para seguir trabajando en su vehículo reutilizable de aterrizaje y derivado de Starship, siendo esta la primera apuesta "seria" de la NASA en el proyecto de Musk. 

La nave de SpaceX se encuentra en desarrollo en las instalaciones de la compañía, en el sur de Texas.

En octubre, las tres empresas tuvieron que pasar una revisión de la NASA. No obstante, sólo habrá dos seleccionadas para participar de los viajes. 

El proyecto de SpaceX

Entre las tres compañías, la que tiene un proyecto más avanzado es SpaceX. Desde que se entregó la ayuda de la NASA en abril, la compañía de Musk ha realizado dos lanzamientos de prueba con éxito. Y si bien la nave Starship no será el modelo final que se utilizaría para ir a la luna, se trata de uno muy similar.

Las naves Starship han sido diseñadas con el fin de transportar cargas y personas a la Luna y a Marte. Cada una sería capaz de trasladar cargas de más de 100 toneladas y 100 pasajeros a la vez, según la compañía.

La NASA apunta a tomar una decisión para abril de 2021, y así definir cuáles serán las dos empresas en realizar los vuelos de demostración. Uno de los vuelos será en 2024 y el otro en 2025.

El desafío es grande, ya que se sabe que antes de llevar astronautas hasta la Luna, cualquiera de las empresas tendrá que hacer, al menos, un aterrizaje de prueba en el satélite natural de la tierra.

En este sentido, SpaceX apuesta todavía más y sube la vara. "El director de SpaceX, Nick Cummings, dice que la compañía podría potencialmente intentar múltiples aterrizajes lunares sin tripulación de Starship antes del primer intento de aterrizar astronautas de la NASA en la Luna", informó el medio especializado Teslatari.

El 30 de mayo, la empresa de Musk concretó un lanzamiento exitoso junto a la NASA

Un detalle importante a tener en cuenta, es que SpaceX ha sido la primera empresa de las tres en llevar astronautas hasta la Estación Espacial Internacional. Es por eso, y por sus otros contratros firmados con la NASA, que podría correr (o volar) con ventaja.