El titular del Juzgado Federal N°4 de Rosario, Marcelo Bailaque, declaró que los restos hallados en una tumba NN del cementerio La Piedad corresponden a Olga Lilian Vaccarini, quien permanecía desaparecida desde 1977, y ordenó la rectificación de su partida de defunción y la entrega de los restos a sus familiares.

La resolución judicial es consecuencia del trabajo de investigación llevado a cabo desde 2011 en ese cementerio por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Rosario, que encabeza Adolfo Villatte, con la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf). El objetivo de la tarea es identificar los restos de las víctimas del Terrorismo de Estado que fueron inhumadas sin identificación.

De acuerdo con la reconstrucción realizada en la pesquisa, Vaccarini había nacido el 26 de octubre de 1954, en Corral de Bustos, provincia de Córdoba. Se casó con Gustavo Adrián Rodríguez, con quien vivía en una casa de la calle Pedro Lino Funes al 1300, en el barrio Azcúenaga de Rosario.

El 10 de mayo de 1977, Rodríguez fue internado en el Hospital Ferroviario de la ciudad para ser operado, por lo cual su esposa se mudó a la casa de sus suegros. Ambos militaban en el PRT-ERP. A él sus compañeros lo llamaban "Matías" y a ella "Marlene".

El 16 de mayo de 1977, un grupo de tareas del Segundo Cuerpo del Ejercito secuestró a Rodríguez y Vaccarini.

Rodríguez continúa desaparecido, mientras que Vaccarini fue asesinada en un enfrentamiento fraguado que tuvo lugar el 21 de mayo de ese año, en avenida Godoy (hoy Presidente Perón) al 5200, en el que también fueron asesinados Raúl Luis Bustos y otras dos personas consignadas, en principio, como NN.

En el supuesto enfrentamiento se utilizó un vehículo marca Citroën, que fue incendiado para simular su explosión como resultado de un inexistente intercambio de disparos con las fuerzas armadas, y en las que resultaron calcinadas sus víctimas no identificadas. 

El 10 de octubre de 2014, en el marco de las investigaciones desarrolladas por la Unidad Fiscal a cargo de Adolfo Villatte, se logró identificar a una de esas víctimas abatidas y consignadas como N.N., como quien en vida fuera Marta Susana Diez, propietaria titular del vehículo marca Citroën utilizado en el falso enfrentamiento y quien fue secuestrada el 15 de mayo de 1977 junto a su pareja Jorge Daniel Barrantes, quien permanece desaparecido.

El cuerpo de Vaccarini fue sepultado como “NN” al Cementerio La Piedad el 31 de mayo de 1977. En el acta de defunción se consignó que el cuerpo provenía del Hospital Central y que había fallecido a causa de una “muerte violenta”.

El legajo 1.226 de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) incluye su caso en condición de desaparecida y fecha el secuestro el 16 de mayo de 1977.

Según la investigación a cargo del fiscal Villate, el 21 de mayo de ese año el II Cuerpo del Ejército, entonces con asiento en Rosario, informó que a la 1 de la madrugada “fuerzas legales” que se desplazaban por avenida Godoy al 5200 de Rosario “observan el desplazamiento sospechoso de un automóvil Citroen sin chapa identificatoria”, por lo que proceden a detenerlo.

De acuerdo con el parte, que fue publicado un día después por la prensa local, el auto se detuvo “descendiendo del mismo un masculino armado con una escopeta con la cual abre el fuego contra las fuerzas del orden, respondiendo estas de inmediato sucediéndose entonces un corto pero nutrido tiroteo”. El documento de la dictadura consigna que el hombre armado “es herido de muerte” y que el Citroen explotó y se incendió “con el restante masculino y el femenino, que se encontraban en el interior”.

El II Cuerpo informó sobre la identidad de dos de los fallecidos: Raúl Luis Bustos, militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES-Montoneros) y el también montonero Pedro “Tío” Retamal. Villate contó a la agencia Télam que la investigación pudo determinar que “se trató de un enfrentamiento fraguado en el que se plantaron cuerpos de personas secuestradas con anterioridad”.

Recordó que “se hizo figurar como una de las personas asesinadas a Pedro Retamar, quien en realidad fue mantenido con vida hasta su posterior asesinato en el año 1978 en el centro clandestino La Intermedia”, junto al resto de los militantes montoneros secuestrados en la Quinta de Funes, cuya suerte recoge el libro del periodista Miguel Bonasso, Recuerdos de la Muerte.

El 17 de octubre de 2011, en el marco de la investigación desarrollada por la Unidad Fiscal en la que se han explorado más de 120 sepulturas de esa necrópolis, se exhumó la sepultura 84 del solar 74, en la que se encontraron restos óseos que –luego se estableció– correspondían a los de una persona de género femenino que, al momento de su muerte, tendría entre 21 y 26 años de edad.

En septiembre de 2021, personal del Banco Nacional de Datos Genéticos (Bndg) extrajo muestras de los restos de los padres de Olga, Elsa Catalina Botta y Reinaldo Agustín Vaccarini. El cotejo de ADN con aquellas muestras, efectuado por el Eeaf,  determinó que los restos hallados en el cementerio La Piedad correspondían a la mujer.