La pandemia de coronavirus puso en jaque a la economía y el sector gastronómico de Rosario no es una excepción. Pese a que se flexibilizaron algunas medidas sanitarias, el cierre en el marco de la cuarentena total y el descenso de clientes logró bajar muchas persianas en el sector. Ayer fue el turno de un bar muy reconocido, ubicado en Mendoza y Callao que debió apagar las luces.

Su dueño, Leo Santero, expuso los motivos del cierre de su comercio y además, expuso la actual situación del rubro. De acuerdo a lo indicó, la mitad de los bares y restaurantes de Rosario cerró pero no es tan notable porque, aseguró, hay personas que invierten en reabrirlos.

“Estamos en una situación compleja desde 2020 y ya veníamos mal de años anteriores y el año pasado nos dejó sin estabilidad y con deudas acumuladas”, sostuvo en conversación con Radiópolis (Radio 2) y apuntó contra la falta de asistencia provincial y municipal. “Nos tenemos que achicar para poder seguir adelante y mantener puestos de trabajo, hay que hacerse lo más chico posible para sostener la estructura personal, ese es el fin”, agregó.

El comerciante consideró que los locales cerrados “no se ven porque hay constantemente cambio de nombres, hay nuevos personajes apareciendo en la gastronomía y por ahí no se ve la caída que ha sido totalmente estrepitosa”. Según expresó, asciende a un 50 por ciento en toda la ciudad.

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