Dos nuevos tiroteos dejaron al menos cinco muertos en Estados Unidos mientras en Uvalde, Texas, sepultaban a una de las dos maestras asesinadas en la reciente masacre en una escuela primaria y la ciudad de Nueva York analizaba declarar el estado de emergencia por la violencia creciente con armas de fuego.

Uno de los tiroteos se produjo cuando un hombre con un fusil abrió fuego en un campus del centro médico St. Francis, en Tusla, Oklahoma (estado del centro-sur de Estados Unidos) y provocó cinco muertos -incluso él mismo- y varios heridos, informaron autoridades. "Podemos confirmar que cinco personas fallecieron, incluido el atacante, en el tiroteo", publicó la Policía de Tusla en Twitter y agregó que "un sospechoso fue abatido. No sé en este momento si le disparamos o él mismo se disparó", según la agencia Europa Press.

En el otro de los casos, al menos una persona resultó herida por disparos de arma de fuego cerca de un supermercado Walmart en Pennsylvania, informaron medios estadounidenses. La policía había comenzado una persecución para hallar al agresor y el principal sospechoso era un afronorteamericano que usaba una remera azul y blanca.

La policía cerró parte de la autopista estatal 315, en los alrededores de Pittston Township, en el condado de Luzeme, para facilitar la búsqueda.

Estos dos nuevos sucesos se produjeron mientras en Uvalde, Texas, sepultaban a Irma García, una de las dos maestras asesinadas la semana pasada en una masacre en una escuela primaria, que dejó 21 muertos (19 niños y dos docentes).

A esas víctimas se sumó el esposo de Irma, fallecido a los pocos días de un ataque cardíaco. García, de 48 años, fue una de las personas asesinada por Salvador Ramos, de 18 años que ingresó con un rifle semiautomático a la primaria Robb Elementary el 24 de mayo y desató la masacre.

Los incidentes con armas de fuego en la ciudad se duplicaron entre 2019 y 2021, de 777 a 1.562, y llegaron al número más alto desde 2006.

Desde que asumiera el cargo, el 1 de enero de este año, Adams reforzó la presencia policial en los subtes y reactivó una división antiarmas que había sido clausurada tiempo atrás. "Esta es la batalla de nuestros tiempos en términos de derechos civiles: debemos afrontar no solo cómo las armas destruyen individuos, sino cómo destruyen la anatomía de nuestras comunidades y de nuestras ciudades", dijo Adams meses atrás, según publicó Télam.