La crisis que atraviesa el sistema de transporte público en todas las ciudades del interior, signada por la quita de subsidios nacionales impulsada por el gobierno de Javier Milei, generó que el costo real del boleto en Rosario aumentara hasta $1.343 en febrero.

El dato se desprende del último estudio de costos elaborado por el Ente de la Movilidad, que acaba de ser enviado al Concejo por la Municipalidad para que se calcule el valor al que llegará la tarifa que pagan los pasajeros a partir del próximo aumento.

En este marco, el jefe de Gabinete de la Municipalidad, Rogelio Biazzi, apuntó que la mayor amenaza a la que se enfrenta el sistema es la quita de subsidios nacionales. "El Fondo Compensador del transporte recibe fondos municipales, provinciales y, hasta ahora, nacionales", dijo el funcionario en diálogo con La Primera de la Tarde (Radio 2).

Aunque todavía falta la resolución que haga oficial la quita de subsidios de nación para el transporte, en todos los distritos del país ya se hacen los cálculos para estimar los costos que supondrá mantener los colectivos en circulación.

Un "golpe de gracia" contra el transporte

Con respecto a la composición del Fondo Compensador, Biazzi explicó que se divide "en tercios" entre el municipio, la Provincia y Nación, pero aclaró que esa distribución "cambió radicalmente en 2023". 

"Este proceso lo venimos sufriendo desde hace años pero que se acentuó muchísimo en el 2023, cuando se congelaron los fondos de la nación. Mientras tanto, todos los costos del transporte se dispararon, crecieron parcialmente los subsidios provinciales y en mayor proporción los municipales", detalló el funcionario local.
Desagregando los aportes del gobierno nacional, Biazzi señaló que esto implicaría una pérdida del "30% del Fondo Compensador", dinero que en la fórmula actual representa "el 50% del costo real".

"Quitar los subsidios nacionales sería el golpe de gracia contra el sistema y significaría la desaparición del transporte público en las ciudades del interior del país", sentenció.

Biazzi también indicó que "nunca hubo una brecha tan grande entre el costo real del pasaje" y la tarifa que pagan los pasajeros, que "va a tener que ajustarse" nuevamente en el corto plazo.

En ese sentido, añadió: "Algunas ciudades del interior ya aumentaron su tarifa, pero nosotros acabamos de sacar el nuevo informe de costos y estamos estudiando cuál va a ser la cifra a la que se va a adecuar" el valor en Rosario. El objetivo, enfatizó, será encontrar un punto de equilibrio "que permita mantener el sistema" en funcionamiento y no expulse a más pasajeros fuera del transporte.

En Córdoba, por ejemplo, el boleto aumentó hasta $700, mientras que en la reunión de intendentes que tuvo lugar la semana pasada en Buenos Aires algunos manifestaron que el boleto debería costar "$2.200", dijo Biazzi, aclarando que esto está ligado con factores como las características geográficas de cada región y la cantidad de pasajeros.