La Organización Mundial de la Salud incluyó hace dos años a la “enfermedad X” en su listado de patógenos infecciosos. Es decir, enfermedades que representan la mayor amenaza para la salud global por su potencial epidémico. Se trataría de una bacteria o un virus que podía surgir en cualquier momento y causar una infección mundial generalizada.

Así, la lista de ocho enfermedades incluía al ébola, el zika, la fiebre de Lassa, la fiebre del valle de Rift, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de nipha, los síndromes respiratorios de SARS y MERS y casi desapercibida aparecía al final la “enfermedad X”.

Ésta, decía la OMS, representa “una grave epidemia internacional que puede ser causada por un patógeno actualmente desconocido capaz de provocar enfermedad en humanos”.

Los expertos dijeron entonces que esta enfermedad X probablemente resultaría de un patógeno originado en un animal que pasaría a los humanos y se propagaría por el planeta de forma rápida y silenciosa causando altas tasas de mortalidad.

Hoy, dos años después, con un coronavirus que causó hasta el momento más de dos millones de infecciones en el mundo, la pregunta es: ¿estamos viviendo la enfermedad X que anticipó la OMS?

“Sí, ésta (covid-19) es definitivamente la enfermedad X”, afirmó a BBC Mundo la doctora Josie Golding, jefa de epidemiología de la organización de investigación Wellcome Trust de Londres.

“Enfermedad X fue un concepto que representaba algo inesperado que desconocíamos”, agregó. “Ahora que hemos visto cómo fueron aumentando los casos de forma sostenida y después de identificarla e investigarla para ver de qué se trataba, pienso que covid-19 es definitivamente la enfermedad X”.

La lista

Durante la sesión de la OMS, que se celebró en Ginebra en 2018, el grupo de expertos del llamado R&D Blueprint debatieron y llegaron a un acuerdo sobre qué enfermedades debían ser incluidas en la lista de prioridad para atención e investigación. Los expertos votaron para seleccionar las enfermedades, como le contó a BBC Mundo el doctor Alfonso Rodríguez-Morales, quien formó parte del comité de expertos del R&D Blueprint y estuvo presente en la sesión de la OMS de 2018.

“La definición de la lista involucró una serie de metodologías. Se trataba de tener una serie de candidatos, de patógenos que se consideran importantes, y empezamos con una lista larga”, relata el profesor de Salud Pública e Infección de la Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia y vicepresidente de la Asociación Colombiana de Infectología.

“En esa lista estaban el chikungunya, los enterovirus y muchas otras enfermedades. Pero al final el grupo de expertos votamos y quedó una lista corta en la que dimos espacio a la enfermedad X”.

Rodríguez-Morales coincide con Golding, en que "sin lugar a dudas el Sars-Cov-2 y la covid-19 cumplen con los criterios de la enfermedad X”, confirmó el experto. Esos criterios anticipaban que se "generaría una situación de pandemia para la cual además tenemos limitaciones en el diagnóstico e intervenciones”.

El objetivo de la lista de la OMS era estar atentos a la emergencia de esta enfermedad. Pero si hace dos años se anticipó la posibilidad de que una enfermedad como covid-19 era un riesgo real, ¿cómo se preparó el mundo para ella?

“Incluir la enfermedad X en la lista de la OMS fue una medida correcta y definitivamente influyó en la forma como las compañías estaban orientadas en la producción de vacunas y tratamientos”, señala la doctora Josie Golding del Wellcome Trust.

“Se formaron entidades para promover la producción de vacunas y terapias con enfoques más incluyentes y se crearon programas para investigar a animales y tratar de identificar los diferentes virus y patógenos en ellos”. “Pero por supuesto que siempre podemos mirar al pasado y decir que hubiéramos podido hacer más”, admitió.

En efecto, los expertos coinciden en que, en general, la respuesta del mundo a la pandemia fue inadecuada. Tal como explica Alfonso Rodríguez-Morales nunca imaginamos que una “enfermedad X” podía realmente emerger en la escala de esta pandemia.

“El problema es que previo a la pandemia la gente no conceptualizó ni visualizó lo que podía ocurrir”, dijo el experto.