Más de uno de cada diez adultos argentinos compró criptomonedas, el doble que el promedio de otros países de América Latina como México, Perú o Brasil, una región donde la baja penetración bancaria, la búsqueda de mecanismos más económicos para enviar o recibir remesas, y la inestabilidad económica despiertan el interés por la adopción de estos activos digitales.

En total, el 8% de los adultos latinoamericanos había comprado criptomonedas hacia finales de 2021, grupo en el que destacaron los argentinos (12%) frente a porcentajes menores de peruanos (5%), mexicanos (6%) y brasileños (7%), mientras que otro 18% estaba interesado en hacerlo, según un estudio de Americas Market Intelligence (AMI).

En Argentina existen una decena de plataformas de criptomonedas, a través de las cuales se puede comprar Bitcoin o Ether; tokens de menor volumen como Cardano, Solana o Matic; o bien las monedas estables como USDT, USDC, DAI y otras cuyo valor está equiparado al del dólar.

Las plataformas para comprar criptomonedas permiten acceder a diferentes alternativas.

"Una de las cosas que más no llamó la atención en el estudio fue no solo la adopción en sí misma, sino el momento. Más de la mitad de quienes tienen criptomonedas, ya sea de manera frecuente o que al menos compró una vez, lo hizo durante o después de la pandemia de coronavirus", dijo Ignacio Carballo, Docente e Investigador, "Crypto & Alternative Finance" Consultant en AMI (USA).

Factores que impulsan la incursión en las criptomonedas

Entre los factores que están impulsando la compra de criptomonedas se destaca su uso para recibir o enviar transferencias de dinero entre países (con costos prácticamente nulos frente a comisiones promedio del 5,5% que cobran las empresas tradicionales) o para realizar pagos en comercios físicos o virtuales de todo el mundo.

Según el estudio de AMI, los primeros usuarios en adoptar criptomonedas en América Latina fueron un grupo conformado por expertos en tecnología, con sesgo hacia personas de clase alta/media alta y de sexo masculino, atraídos por el espíritu fundamental antisistema de los criptoactivos.

Las criptomonedas estables conllevan riesgos como la ausencia de un seguro de garantía de depósitos.

Sin embargo, la población de consumidores que tienen "curiosidad por las criptomonedas" abarca una franja demográfica que incluye a jóvenes adultos, consumidores de ingresos medios/bajos y consumidores no bancarizados, entre los cuales el 54% citó el "proteger sus ahorros" como un beneficio de estos activos digitales.

Riesgos de las "stablecoins"

Frente a los depósitos bancarios o en el mercado de capitales, las criptomonedas estables conllevan riesgos como la ausencia de un seguro de garantía de depósitos y una falta de regulación en la mayoría de los países; que es leído por muchos de los interesados en adentrarse en este mundo como un temor a sufrir estafas.

El 46% de las personas entrevistadas en el estudio que dijo estar interesada en adquirir criptomonedas expresó inquietudes por el riesgo de fraude.

"Es lógico, si uno estudia la historia de las criptomonedas y su uso en su primer momento para actividades ilícitas y también, producto de nuevas metodologías de estafas", señaló Carballo, que por otro lado sostuvo que no es algo "superlativamente más grande que el existente en el de las finanzas tradicionales".