Una carta desde Rosario interpela al gobierno provincial para que interceda por de numerosas personas con discapacidad que quedaron varadas lejos de sus casas desde el comienzo del aislamiento obligatorio por el coronavirus.

El reclamo formal fue elevado por Sergio Solomonoff, asesor de Discapacidad en la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal, y plantea que las excepciones de la medida nacional consideran a quienes “asisten y/o a familiares, pero absurdamente no para la persona con discapacidad en sí misma”.

“Numerosas personas a las que por diferentes razones el aislamiento las sorprendió lejos de sus hogares se encuentran impedidas de regresar a su domicilio permanente porque este caso no ha sido incluido en la lista de excepciones”, comienza la misiva.

Advierte que estos damnificados, “donde se encuentran no cuentan con las adaptaciones mínimas necesarias, se ven privados de la atención especializada de la que gozaban y de la red social y/o familiar que les asistía”.

Por eso, considera el texto, “es urgente que sea emanada una normativa que permita a las personas con discapacidad poder circular por toda y cualquier red vial para poder regresar a su lugar de residencia habitual”.

“La normativa actual prevé la excepción para las personas que les asisten y/o a familiares, pero absurdamente no para la persona con discapacidad en sí misma”, plantea Solomonoff, también ex director ejecutivo de Médicos sin Fronteras.

Ante esta situación, señala, “todo depende de la buena voluntad de la fuerza del orden que le toque en un control el poder proseguir el viaje: puede autorizarlo una y a 100 kilómetros negárselo otra”.

El decreto nacional

 

El decreto nacional Nº 297/2020 sobre “excepciones al aislamiento y permisos de circulación tiene un apartado especial para “personas con discapacidad y aquellas comprendidas en el colectivo de trastorno del espectro autista”.

Establece que las primeras “podrán salir a la vía pública, con un único acompañante, familiar o conviviente, si lo necesitaren, para realizar paseos breves, a no más de 500 metros de su residencia”, portando DNI y el Certificado Único de Discapacidad o la prescripción médica.

En tanto, la resolución 77/2020 de la Agencia Nacional de Discapacidad establece que estas personas “sólo podrán realizar salidas breves cuando no tengan síntomas compatibles con covid-19 (fiebre, dolor de garganta, tos y/o dificultad respiratoria) y siempre que no se encuentren comprendidas en ninguna de las siguientes circunstancias: a) Sean mayores de sesenta años; b) Tengan enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad pulmonar obstructiva, enfisema congénito, displasia broncopulmonar, bronquiectasias, fibrosis quística y asma moderado o severo; c) Tengan enfermedades cardíacas, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías y cardiopatías congénitas; d) Tengan inmunodeficiencias; e) Tengan diabetes, insuficiencia renal crónica en diálisis o con expectativas de ingresar a diálisis en los siguientes seis meses; f) Personas embarazadas”.

En tanto, las salidas deberán realizarse según el siguiente cronograma:

Los lunes, miércoles y viernes, aquellas personas con discapacidad cuyo último número de documento sea 1, 2, 3, 4 y 5

Los martes, jueves y sábados, aquellas personas con discapacidad, cuyo último número de documento sea 6, 7, 8, 9 y 0.

"Nos falta"

 

Por su parte, Alicia Coppo, directora de la Fundación Segunda Etapa, consideró este lunes en Radio 2 que las medidas para el sector son insuficientes.

"Nos parece bien una mirada hacia la discapacidad pero nos falta. Una persona autista, por ejemplo, no necesitan sólo dar una vuelta a la manzana. Necesita comunicarse con sus pares, ver a su referente, que es su docente", dijo en el programa La primera de la tarde.

"La medida por la pandemia es indiscutible pero desde el Ministerio de Salud no veo una mirada a nuestro trabajo, que no es de 8 a 12, son las 24 horas", expresó la profesional.