Un joven chileno murió a raíz de las heridas recibidas esta semana durante una protesta en Santiago por el asesinato de un hincha del club de fútbol Colo Colo, que fue aplastado por un camión policial, informó el hospital donde estaba internado.

Con la muerte de Ariel Morena, de 24 años, ya son cuatro los fallecidos esta semana a raíz de las protestas antigubernamnetales que desde hace tres meses mantienen movilizadas a decenas de miles de personas en la capital chilena y otras grandes ciudades.

Moreno recibió un disparo en la cabeza el martes mientras protestaba frente a la estación de policía local en el vecindario Padre Hurtado, informó la agencia de noticias Ansa.

El joven fue trasladado al hospital Posta Central de la capital, donde permaneció varios días en terapia intensiva hasta que falleció el último viernes, informó el hospital en un comunicado citado por Ansa.

Aplastado por la policía


El último viernes, miles de personas, con banderas de Universidad de Chile y de Colo Colo, recordaron al hincha de fútbol asesinado por la policía.

"Que hayan matado a ese 'loco' (joven) por una estupidez, porque fue una 'wueada' (algo) irracional, no tiene sentido. Estamos aquí todo el fútbol de luto", afirmó Charlie Roux, de 39 años, en declaraciones a la agencia de noticias EFE.

El hincha Jorge Mora, de 37 años, fue atropellado por un camión de la policía de Carabineros a las afueras del Estadio Monumental, donde Colo Colo se enfrentaba contra Palestino en la primera jornada de la liga de fútbol chileno.

Miles de fanáticos de distintos clubes chilenos participaron de la marcha en Santiago, después de tres noches de extrema violencia en la capital chilena, en el marco de las protestas que se realizan contra el gobierno del presidente Sebastian Piñera.

Siguen las protestas


Un nuevo brote de violencia estalló esta semana, con saqueos a supermercados, quemas de ómnibus y edificios, entre otros hechos.

La crisis se inició el 17 de octubre cuando miles de personas salieron a las calles para exigir más igualdad y reformas sociales en este país sudamericano que es visto como un modelo del neoliberalismo, después que el gobierno aumentara el pasaje del subte.

Las protestas dejaron una veintena de muertos, más de 2.000 heridos y por lo menos 28.000 detenidos, según informes gubernamentales. La ONU, la OEA y organizaciones de derechos humanos han denunciado brutalidad policial y serias violaciones a los derechos humanos en el marco de la represión del estallido.