Una nena de tres años murió después de que su madre la dejara en casa, sola y sin comida, para irse de fiesta por una semana en la ciudad de Kirov. Maria Plenkina, de 21 años, abandonó a Kristina, que estaba tan hambrienta que trató de comer detergente en polvo.

Según manifestó la mujer implicada, la menor sólo había ingerido en los últimos siete días yogurt, pollo y salchichas que ella misma le había dejado, aunque en cantidades pequeñas.

El cuerpo de la nena, que fue encontrado por su propia abuela en el día del cumpleaños de la pequeña, estaba desnudo, en una habitación fría de un piso lleno de basura. La nena no tenía ninguna posibilidad de escapar de su vivienda, ya que María había cerrado todas las puertas con llave. 

Antes de partir a su "gira" por diferentes fiestas, la mujer cerró el paso del agua. Si bien todavía no se conoce la condena, Plenkina podría recibir de 8 a 20 años de cárcel por su comportamiento.

Según publicó Crónica, las psiquiatras descubrieron que ella estaba "cuerda" y "completamente consciente de sus acciones", le dijeron a la corte en los últimos de los testimonios. Plenkina, finalmente quebrada y llena de contradicciones en los tribunales, confesó: "Maté a mi hija".