Un equipo de arqueólogos desenterró una enorme pirámide antigua en el sitio arqueológico de Chupacigarro, ubicado cerca de la ciudad sagrada de Caral, en Perú. La pirámide, que estuvo oculta durante miles de años, es parte de una red más amplia de asentamientos alrededor del valle de Supe y fue construida por personas de la civilización Caral, que prosperó en el antiguo Perú durante más de mil años.

El equipo de arqueólogos, que estuvo explorando el área alrededor de la ciudad sagrada, descubrió la pirámide en el Sector F del sitio arqueológico. La planta de la antigua estructura es rectangular y presenta una escalera central que una vez conducía a una cumbre imponente. La pirámide central está formada por al menos tres plataformas superpuestas que se apilan para formar el cuerpo, según publicó el medio británico The Sun.

Además de la pirámide, también encontraron ruinas de numerosas casas y un enorme "geoglifo" (es decir, un diseño marcado en la tierra) de una cabeza humana. El geoglifo mide más de 62 metros de largo y 30 metros de ancho, y es uno de los hallazgos más sorprendentes de la excavación.

El sitio arqueológico de Chupacigarro se encuentra junto a un pequeño arroyo que corre por un barranco, el cual habría abastecido de agua a los antiguos peruanos que vivían allí. El barranco también habría permitido un canal para el comercio entre los asentamientos del interior y la gente que vivía en la costa.

El gobierno peruano espera que el nuevo hallazgo atraiga a más visitantes interesados en el pasado de la zona. La pirámide es un ejemplo emocionante de la rica historia y cultura de Perú, y su descubrimiento es un importante avance en la comprensión de la civilización Caral y su legado.