Apenas se leyó el fallo que corrigió las absoluciones y ratificó las condenas a prisión de Gabriel Strumia y Roxana Michl, sentenciadas por el crimen y desaparición del cuerpo de Paula Perassi hace más de 9 años, hablaron con la prensa Alberto y Alicia, los padres de la mujer de San Lorenzo que desapareció cuando estaba embarazada de 6 meses producto de un romance con el propio Strumia. Los dos se expresaron con profunda emoción y dolor. 

Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, Alberto Perassi dijo que “esperamos nueve años y tres meses para esto, pero no es lo que buscamos”. Y graficó que este fallo “es una aspirina para suavizar un cáncer”. 

“Nosotros nunca buscamos poner preso a nadie, nosotros lo que queremos es el cuerpo de Paula”, comentó Alberto, un hombre de incansable lucha por el hallazgo del cuerpo de su hija desde el año 2011 y que tuvo que soportar muchos ataques que lo obligaron a circular con chaleco antibalas durante mucho tiempo. 

Sobre Strumia y Michl, apuntó que “ellos lo saben, por algo están presos”. 

“Tengo mil cosas para decir, pero no lo voy a decir ahora en caliente; tuvimos que esperar nueve años y tres meses algo que se resolvía en un mes”, señaló Alberto. 

Perassi expresó que “esto arranca mal de San Lorenzo; las tres patas que tenían que garantizarnos justicia, se complotaron para que esto quede impune”. Y destacó que “la Justicia llega tarde”. 

Alberto advirtió que “el tribunal no se equivocó con la detención de estas dos personas, pero acá falta gente. Ellos dos solos no pudieron hacer esto”. Y sentenció que “el pacto de silencio nunca se rompió”. 

Alicia, la mamá de Paula, entregó el testimonio más desgarrador: “Nos vamos con las manos vacías; nosotros queremos el cuerpo de Paula, yo quiero a Paula, no quiero a personas presas”, dijo. 

“No sé qué le voy a decir a mis nietos; es muy triste lo que nos pasó a nosotros y lo que les pasó a ellos”, comentó sobre los hijos de Paula, que quedaron a su cuidado. “Falta Paula, les falta la madre, qué les voy a decir”, concluyó.