Casi en el mismo lugar donde por la mañana se despistó y volcó un auto que viajaba por la autopista Rosario-Córdoba, por la tarde se produjo otro siniestro entre un coche y un camión que circulaban en el mismo sentido. Es un tramo donde el pavimento se encuentra muy deteriorado.

En el primer caso fue un Chevrolet Onix cuyo conductor perdió en control y dio varios vuelcos a la altura del kilómetro 303, cerca del arroyo Ludueña. El hombre resultó herido al igual que su mujer, mientras que un menor que iba en el auto resultó ileso.

Pero a pocos metros de allí, por la tarde se produjo un choque cuando un camión, por motivos que se investigan –no se descarta una maniobra para esquivar algún bache–, encerró a una Renault Sandero que lo pasaba por la izquierda.

El coche quedó atrapado entre el transporte y el guardarrail, que evitó que se fuera a la banquina, tal vez con consecuencias más graves. No había heridos de consideración pero se generaron demoras en la mano a Rosario.

Otro tramo, el mismo viejo reclamo

 

Se trata de un sector de la autopista interprovincial que durante muchos años fue foco de críticas –incluso con una rebelión popular de muchos que se negaban a pagar peaje– por su deplorable estado de mantenimiento, entre la estación de Carcarañá y el acceso a la ciudad.

Si bien el tramo más dañado, entre Carcarañá y Roldán, fue renovado en 2019, el que va de Roldán a Rosario se encuentra hoy casi en aquella situación. Y no hay novedades de la promesa oficial de iniciar obras para un tercer carril en esos kilómetros.

Para colmo, es un trecho de la autopista donde el caudal de tránsito aumenta considerablemente, por la cantidad de rosarinos que acuden los fines de semana a casas quintas de Roldán y Funes, y por los que viven en esas ciudades vecinas y en la semana viajan a la ciudad.