En medio de la entrada masiva de familias, menores y jóvenes provenientes de Marruecos y países subsaharianos al enclave español de Ceuta, la imagen del abrazo entre una trabajadora de la Cruz roja y un migrante que llegó nadando está dando la vuelta al mundo.
Es la imagen del día. Si te molesta el diagnóstico es claro: eres racista.
— Ibon Pérez (@ibonpereztv) May 18, 2021
Una voluntaria de @CruzRojaEsp consuela a un inmigrante en Ceuta y los fascistas arden. “Primero España”,dicen, “están fingiendo porque hay cámaras delante”.
Qué fácil es juzgar sentados en el sofá. pic.twitter.com/PzKWNsbqgb
Las cámaras capturaron a la socorrista, quien le proporciona agua y sostiene con un largo abrazo al joven, exhausto y evidentemente conmocionado tras cruzar a nado desde territorio marroquí a España. En otro video se puede ver el momento en que el migrante llegó a la orilla, donde fue atendido por soldados y socorristas de la Cruz Roja.
Otra imagen viral fue la de un submarinista que salva del agua a un bebé de pocos días. Además, hubo al menos una persona que murió ahogada mientras intentaba cruzar.
Alrededor de 8.000 migrantes, incluidos 1.500 menores, ingresaron al enclave nadando o trepando la cerca durante las dos dramáticas jornadas del lunes y martes. Muchos de ellos llegan con evidentes síntomas de haber pasado frío tras un largo periodo en el agua.
La Guardia Civil española publicó fotos que muestran a efectivos en aguas de Ceuta realizando labores de rescate para "salvar la vida de decenas de menores", algunos de ellos recién nacidos, que tratan de acceder a la ciudad española junto a sus familias.
#MuyGrandes��️
— Guardia Civil ���� (@guardiacivil) May 18, 2021
Guardias civiles del #GEAS y la #ARS salvan la vida de decenas de menores que llegaban a #Ceuta por mar junto a sus familias. pic.twitter.com/MyzOaB4hjR
En contraste con el rescate de los menores de edad, España también desplegó este martes tropas y vehículos blindados en Ceuta para patrullar la frontera con Marruecos, y la policía utilizó porras para retirar a los migrantes de la playa y bombas de humo para disuadir a quienes querían cruzar.
Este miércoles la presión migratoria descendió, con apenas unas decenas de inmigrantes intentando alzancar territorio español. Una pequeña barca fue interceptada por las tres embarcaciones de la Guardia Civil que patrullan la zona.
Tras recogerlos en el mar, los agentes los llevan hasta la playa, donde son expulsados de regreso a Marruecos.
Del total de inmigrantes que consiguieron llegar hasta Ceuta, unos 4.800 han regresado ya a Marruecos, de acuerdo a los datos ofrecidos hoy por el presidente español Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.
La llegada masiva de inmigrantes marroquíes a Ceuta ha sido el último y más grave episodio en la crisis diplomática entre España y Marruecos, abierta por el ingreso hace unas semanas en un hospital español del líder del Frente Polisario Brahim Ghali, enfermo de coronavirus.
Ceuta, con una población de 80.000 habitantes, se encuentra en el extremo norte de Marruecos, frente a Gibraltar. Junto con otro enclave español, Melilla, ha sido durante mucho tiempo un imán para los inmigrantes africanos que buscan una vida mejor en Europa.
Marruecos, en tanto, reclama ambos territorios.
