El gobierno de Santa Fe autorizó el aumento del servicio de agua. De esta forma, el 2021 empieza con un incremento que será del 32 por ciento. Se trata de una actualización pendiente del 2018.

De acuerdo a lo que informaron desde Radiópolis (Radio 2), la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, autorizó mediante una resolución el pedido de aumento tarifario de la empresa Aguas Santafesinas. La actualización es del 32 por ciento y empieza a regir el próximo mes con lo cual, impactara en la boleta de febrero.

Este retoque del valor del servicio no fue discutido en audiencia pública debido que corresponde a una resolución firmada durante el gobierno socialista en 2018. Por entonces, la empresa solicitó una revisión de la tarifa del 60 por ciento y el gobierno provincial se lo otorgó pero de forma escalonada. Es así que en el primer bimetre de 2019 se autorizó una suba del 28 por ciento quedando un resto del 32 por ciento.

Sin embargo, según explicó la periodista Ivana Fux, durante 2019 no se aplicó debido a que fue un año electoral y nadie quería ese tipo de propaganda. Luego el Frente Progresista Cívico y Social pierde en las urnas y en consecuencia, tampoco lleva adelante el aumento. Comienza 2020 pero debido a la prohibición de tocar las tarifas en el marco de la pandemia de coronavirus, tampoco se pudo concretar el porcentaje de actualización.

Sobre el final de año, Aguas insiste en que se concrete la readecuación tarifaria con ese 32 por ciento que quedó pendiente. Y el gobierno de Perotti, ahora, autorizó su instrumentación.

Luz y gas

El gobierno nacional confirmó un aumento en la tarifa de luz y gas a partir de marzo del 2021. El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, dio detalles de cómo se implementará el incremento, que tendrá un esquema diferenciado según los ingresos de cada usuario.

“Tenemos que ir a una tarifa de transición. Aplicar la tarifa que estaba vigente con el Gobierno anterior tendría un impacto altísimo. Pagar la energía no tiene que significar que el usuario tenga que dejar de consumir, que tenga que dejar de comprarse vestimenta, o adquirir otros bienes y servicios para poder destinar más al pago de la energía”, detalló Martínez.