Luis Mario Vitette Sellanes tiene 64 años y sostiene que ahora que no es adicto, ni a las drogas ni a la adrenalina, nació de nuevo, tiene una nueva vida. Hace 13 años fue parte de banda que asaltó el banco Río de Acassuso, en el llamado Robo del Siglo. Ahora, a punto de sacar un libro en el que novela aquel hecho y de que se estrene una película en la que lo personificará Guillermo Francella, dice que no tiene por qué devolver el dinero, que ya pagó con la cárcel. Y que no se va a ir al Infierno sino al Cielo, porque su Dios es “puro amor y perdona”.

En diálogo con el programa A diario, de Radio 2, “El hombre del traje gris” dijo que su novela “El ladrón del siglo”, que edita Planeta y estará en las librerías desde el 29 de noviembre, va a ser “el libro del verano”, porque como dice en el prólogo Víctor Hugo Morales “el lector viaja con él en la mochila” por los techos y los robos.

El uruguayo, que ahora vive en su San José natal, trabaja de joyero, está casado con una mujer 35 años más joven que él con quien tiene un hijo de 4 años al que lleva todos los días al jardín, es uno de los cinco delincuentes que tomó por asalto la sucursal del banco Río, el 13 de enero de 2006. Mientras la policía montaba un espectacular operativo en los alrededores de la sucursal, los autores escapaban por un túnel con un botín estimado en 19 millones de dólares. Cuatro de los autores fueron condenados a penas de entre 9 y 21 años de prisión, pero ya todos están en libertad.

El se define ahora como un “delincuente jubilado”: “Yo dejé todas mis adicciones, dejé el alcohol, no lo necesito más; dejé la cocaína, no la necesito más; dejé la nicotina, no la necesito más, y dejé la adrenalina; mi organismo no necesita más adrenalina, entonces no es necesario que me cuelgue de un balcón de un piso 18. Ahora me conformo con llevar todos los días a mi hijo al jardín y estar en mi trabajo”.

Y festeja: “Las adicciones le dan a uno una vida espantosa. Y sin embargo salí, estoy libre, no le debo nada a la Justicia, me casé, tengo un hijo de 4 años”.

También tiene otros dos hijos, uno de 44 y una de 40, con quienes tiene relación, aunque acepta haber sido con ellos “un padre ausente”.

Pero luego aclara: “No tengo demanda por alimentos, malos tratos ni violencia familiar”.

Vittete no revela qué hizo con la plata. “A mí no me sacaron nada”, dice apenas.

“No sé dónde está la plata: o se la gastaron toda los atorrantes entre los que me cuento o no la encontraron”, bromea. Y desliza: “No sé si hay crímenes perfectos, a veces hay malas investigaciones”.

“Mi libro es una gran historia de amor”, agrega. Y se vanagloria de ser "el único ladrón con 20 mil seguidores en Twitter". 

Vittete admite que no solo fue ladrón sino que también mató. Y asegura que como católico que es asume que eso es algo gravísimo. “Me avergüenzo y me avergonzaré toda la vida. A veces de madrugada me despierta ese hecho”, abunda.