El crimen de Leoncio Bermúdez, el policía que recibió un disparo en la cabeza mientras cumplía funciones en la puerta del hospital Provincial, mantiene a la comunidad médica conmocionada. Desde el miércoles, el edificio ubicado en Alem al 1400 permanece cerrado y sin recibir nuevos pacientes (salvo urgencias). Además, también se restringieron las visitas a quienes ya estaban internados en el nosocomio.

Este viernes se cumplen tres días de la medida acordada entre los trabajadores y el Ministerio de Salud provincial, que en principio se extendería hasta el próximo martes 21. En la puerta del hospital por momentos se viven situaciones de tensión ya que muchos pacientes desconocen el alcance del paro y acuden igual con urgencias y, salvo casos extremos, son rebotados.

Además de las atenciones ambulatorias, al momento del crimen, el Provincial tenía una importante cantidad de personas alojadas en la sala de internación y terapia. Obviamente que los profesionales garantizan la atención a los pacientes, pero redujeron al máximo la posibilidad de que reciban visitas.

“Como directiva tengo discrepancias morales. Entiendo y apoyo la situación, por la gravedad de los hechos, pero la comunidad no tiene la culpa de esto”, sostuvo en Telenoche (El Tres), Teresa Ghio, directora del hospital.

Para la funcionaria provincial, “hay ciertas medidas que deben flexibilizarse”. “Están bien las puertas cerradas, pero no se puede aislar a los pacientes que están adentro y que necesitan del contacto familiar”, remarcó.

En ese sentido, explicó que actualmente los terapistas se comprometieron a comunicarse por teléfono con los familiares de los pacientes internados para pasarles el parte diario. “Pero también tenés pacientes en pediatría, en clínica y en maternidad que, si no se acercan a la puerta a darle los informes a los familiares, se hace muy complejo”, agregó Ghio.

Con el objetivo de destrabar esta situación, la directora tenía previsto reunirse este viernes con los jefes de los servicios. “No me niego a los derechos que ellos tienen, pero tampoco me puedo olvidar de los derechos de las personas internadas, que son mi responsabilidad”, insistió.

Si bien anticipó que desde el ministerio ya están trabajando en medidas para reforzar la seguridad, la funcionaria advirtió que hay situaciones que son muy difícil de anticipar. “La realidad social está muy fea, balean escuelas con niños, nosotros nunca nos imaginamos que iba a pasar esto en un hospital”, concluyó.