Después de tanta piedra y lluvia, el cielo amanecía con todos los colores mezclados. El viento soplaba fuerte desde el sudeste, volviéndolo cambiante y movible y poniendo abajo el termómetro. 

Después de la tormenta ruidosa de la madrugada de ayer y la lluvia matinal, el cielo quedó hecho un pañuelo de nubes grises y olor a otoño.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indica para la mañana un cielo parcialmente nublado. Durante todo el día, desfilarán nubes arrastradas por el viento del sudeste.

Antes de que aclare el termómetro no llegaba a los 13 grados. La temperatura máxima prevista es de 18 grados.