Los casos de personas contagiadas por coronavirus en España se multiplicaron en las últimas 24 horas en la región de Madrid, donde colapsaron los hospitales. En tanto, en el País Vasco se declaró la "emergencia sanitaria" y Cataluña ya confinó las zonas más afectadas y se prepara para un cierre total.

Los responsables políticos de otras regiones menos afectadas presionan para que Madrid ordene el confinamiento de la población, al no conseguir frenar los contagios, que impulsan el número total de infectados por coronavirus en España a más de 3.800, con 90 muertes, según el último balance oficial.

Los casos de coronavirus registrados en la Comunidad de Madrid son ya "casi 2.000", frente a los 1.388 del día anterior. En las últimas 24 horas "murieron otras dos personas, lo que eleva a 40 las muertes en la región", informó este viernes el consejero de Sanidad regional, Enrique Ruiz Escudero.

Asimismo, hay 190 pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), dijo Ruiz Escudero en una entrevista radial, donde pronosticó una avance todavía mayor de la pandemia en los próximos 30 días.

Por su parte, el vicepresidente regional de Madrid, Ignacio Aguado, pidió material sanitario de forma "urgente" al Ministerio de Sanidad de España tras afirmar que "hay desabastecimiento y necesitan que las mascarillas (barbijos) y los equipos de protección lleguen" a la región, según declaró en la televisión pública TVE.

Como iniciativa, el Colegio de Médicos de Madrid creó un registro voluntario para quienes quieran ayudar en la atención médica ante "una histórica escasez de médicos" en el servicio público que dificulta la contención del coronavirus.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ordenó este viernes el cierre de los bares de la ciudad, e insistió en que los ciudadanos deben "quedarse en casa", sin descartar una cuarentena general, todavía no declarada.

"Quédate en casa", es el mensaje de la campaña que lazaron los médicos madrileños a través de las redes sociales para frenar la expansión de la enfermedad, declarada esta semana pandemia por la Organización Mundial de la Salud.

El gobierno español ya adoptó varias medidas restrictivas para la población para contener el avance del coronavirus, como la suspensión de las clases –que actualmente afecta más de 10 millones de estudiantes– y la postergación de eventos deportivos.

A estas se suman la cancelación de casi toda actividad cultural y la prohibición de las conexiones aéreas y por mar con Italia y Marruecos, pero todavía queda el último paso, que es el confinamiento total.

En ese sentido, un senador el partido valenciano Compromís, Carles Mulet, alertó a las autoridades sobre la necesidad de confinar a la población ante actitudes de "insensatez", como es el desplazamiento en las últimas horas de personas procedentes de Madrid a la costa valenciana.

"Obviamente, provenir de Madrid no significa estar infectado, pero, ante la gravedad de la situación, tomárselo como unas vacaciones cuando se piden evitar los movimientos es una tremenda irresponsabilidad que puede contribuir, y mucho, a propagar el virus y generar situaciones de crispación social", sostuvo en un comunicado.

Ante el avance del coronavirus, el lehendakari (presidente vasco), Iñaki Urgullu, declaró este viernes "emergencia sanitaria" en la norteña región, la segunda con más contagios, 467, y muertos, 14, seguido de Cataluña, con 316 infectados y 6 fallecidos.

"La situación es grave. Soy plenamente consciente de que estamos pidiendo un esfuerzo (...) lo urgente es cumplir las medias de prevención para contener el coronavirus, es un desafío que exige lo mejor de cada persona, tenemos que preservar la salud pública y ayudar a las personas que más lo necesitan", dijo Urkullu, quien a partir de ahora puede ordenar el confinamiento obligatorio de los habitantes de la región.

El pueblo de Haro, en La Rioja, con casi 12.000 habitantes, lleva seis días bajo confinamiento, mientras anoche se adoptó igual medida para unos 70.000 catalanes, por un brote en la ciudad de Igualada, que obligó al cierre también de otros tres municipios de la provincia de Barcelona.

La alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, quien se encuentra en cuarentena de forma preventiva tras mantener contacto con una persona contagiada, reiteró su llamado a los barceloneses para que bajen el ritmo de su actividad, y no vayan a restaurante y bares. "Si no se hace de forma voluntaria, la administración tendrá que intervenir", advirtió en declaraciones a la radio RAC-1.

Fuente: Télam