El farmacéutico de Wisconsin, Estados Unidos, Steven Brandenburg, que arruinó dosis de la vacuna contra el coronavirus, confesó y está convencido de que el mundo está “derrumbándose”.
El hombre se lo comentó a la policía que trató de desecharlas debido a que creía que las inyecciones provocarían mutaciones en el ADN de la gente, de acuerdo con documentos entregados a una Corte y que fueron difundidos el lunes.
La policía de Grafton, Milwaukee, arrestó la semana pasada al farmacéutico de Advocate Aurora Health, Steven Brandenburg, luego de una investigación en torno a los 57 frascos arruinados de la vacuna, según las autoridades, contenían suficientes dosis para vacunar a más de 500 personas. Aún no se presentan cargos en su contra.
“Se había formado esta creencia de que no eran seguras”, dijo Adam Gerol, fiscal de distrito del condado de Ozaukee, durante una audiencia virtual. Añadió que Brandenburg estaba molesto porque atravesaba un proceso de divorcio, y una empleada de Aurora dijo que Brandenburg había llevado una pistola al trabajo en dos ocasiones.

Según publica Infobae, la fiscalía dijo que sus cargos pueden ser rebajados si encuentran que las vacunas todavía pueden ser usadas. Brandenburg fue liberado bajo fianza y se le ordenó entregar sus armas de fuego.
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