Se está acabando el tiempo en el módulo de aterrizaje lunar privado Peregrine de Astrobotic después de sufrir una fuga crítica de combustible poco después de su lanzamiento al espacio la madrugada de este lunes 8 de enero. La misión podría no llegar a completarse.

Peregrine iba a ser la primera misión del programa CLPS, cuyo objetivo es acelerar la ciencia lunar colocando experimentos dirigidos por la Nasa a bordo de módulos de aterrizaje y naves espaciales comerciales. La próxima misión CLPS está programada para febrero, cuando Intuitive Machines, con sede en Houston, lance su módulo de aterrizaje Nova-C sobre un cohete SpaceX Falcon 9, según dio a conocer el sitio especializado Space.com.

El módulo de alunizaje privado estadounidense despegó el lunes durante el impecable primer lanzamiento del nuevo cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance como carga útil principal del propulsor. Horas más tarde, sin embargo, Astrobotic informó que su módulo de aterrizaje lunar Peregrine había encontrado una anomalía en su camino hacia la luna que le impedía orientarse correctamente.

A lo largo del día del lunes siguieron varias actualizaciones, incluida una imagen tomada por el módulo de aterrizaje mientras estaba en el espacio en la que se podía ver el aislamiento dañado de la nave espacial, lo que indica una fuga en el sistema de propulsión de Peregrine: "Una fuga de propulsor en curso está provocando que los propulsores del Sistema de Control de Actitud (ACS) de la nave espacial funcionen mucho más allá de sus ciclos de vida útil esperados para evitar que el módulo de aterrizaje caiga incontrolablemente", escribió la compañía en una publicación en la red social X.

La actualización indica que la Luna ahora está fuera del alcance del módulo de aterrizaje lunar dañado. "Si los propulsores pueden continuar funcionando, creemos que la nave espacial podría continuar en un estado estable apuntando al sol durante aproximadamente 40 horas, según el consumo actual de combustible", continuó la actualización de Astrobotic. "En este momento, el objetivo es acercar a Peregrine lo más posible a la distancia lunar antes de que pierda la capacidad de mantener su posición apuntando al Sol y posteriormente pierda potencia".

Si Peregrine no llega a la superficie de la luna, lo que parece ser el caso probable dada su situación actual, se podría perder una gran serie de experimentos científicos y las cargas comerciales.

A bordo del módulo de aterrizaje lunar hay 20 cargas útiles para los clientes, incluidas cinco cargas útiles científicas operadas por la Nasa bajo su programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) que fueron diseñadas para estudiar la superficie, la atmósfera y el entorno de radiación de la luna. Otro experimento dirigido por la Nasa, el Laser Retroreflector Array (LRA), habría colocado espejos en la superficie lunar para servir como marcadores precisos de distancia y ubicación.

La agencia espacial de México también tenía cinco rovers autónomos en miniatura en Peregrine, que estaban listos para llevar a cabo la primera misión lunar del país , y la Universidad Carnegie Mellon tiene a bordo un pequeño Nano Lunar Rover construido por estudiantes. 

Algunas de las cargas útiles comerciales incluyen un pedazo del Monte Everest, un controvertido monumento conmemorativo de restos humanos y ADN, una biblioteca en miniatura y mensajes de personas de todo el mundo.

No está claro qué será de esas cargas útiles ahora que Peregrine parece incapaz de llegar a la luna.