El municipio de Rosario avanzará con el plan para bajar las velocidades máximas de circulación en las calles de la ciudad. En la próxima etapa, que entrará en vigencia durante el segundo semestre del 2022, se reducirá a 40 km/h la velocidad límite para circular por Oroño y también por Avenida Real (Fisherton). En tanto que en Avenida del Rosario (zona sur), el tope será 50 km/h.

Estas nuevas calles se suman a las que en enero ya habían sufrido una reducción de la máxima para circular en lo que se anunció como una prueba piloto. Se trata de Ovidio Lagos entre Aristóbulo del Valle y 27 de Febrero; Avenida Centenario Rosario Central desde Génova a Cordiviola; Frondizi entre Cordiviola y Colin B. Calder y Colombres desde Colin B. Calder hasta Puccio. Todos estos trayectos pasaron de 60 kilómetros por hora a 50 con velocidad límite.

Según confirmaron a Rosario3 desde el municipio, durante la prueba piloto se observó una mejora en la circulación vehicular y un incremento del número de ciclistas sobre estas arterias. Ante esto es que se decidió avanzar con la baja de la velocidad en estas otras tres avenidas principales de la ciudad.

En Oroño, la máxima será de 40 km/h entre Pellegrini y 27 de Febrero; misma velocidad que se implementará en Avenida Real entre Newbery y Mensajerías (frente al colegio Los Arroyos); en tanto que Nuestra Señora del Rosario reducirá el límite para circular a 50 km/h entre Pedernera y San Martín.

Si bien no precisaron la fecha desde la que entrarán en vigencia estas nuevas máximas (se estima que podría ser entre agosto y septiembre). En los próximos meses ya se iniciarán las tareas informativas en la zona dialogando con los vecinos y colocando cartelería para evitar que los nuevos límites de velocidad los tomen por sorpresa.

Control de velocidad por cámaras

 

Además, el Ejecutivo municipal explicó que estas nuevas velocidades serán monitoreadas las 24 horas con el nuevo sistema de detección electrónica de infracciones de tránsito que se comenzó a instalar la semana pasada. El objetivo es también sincronizar semáforos y evitar obstaculizaciones en las arterias para establecer una circulación continua.

Reducir velocidad para evitar internaciones

 

Entre los objetivos secundarios que se plantea el municipio con la instalación de cámaras para labrar infracciones de tránsito y la reducción de máximas en algunas de las principales calles de la ciudad, está el evitar heridos de gravedad por siniestros viales.

De acuerdo a un informe oficial, durante el 2021 los efectores de salud municipal registraron un total de 4.403 ingresos a las guardias por lesiones relacionadas a siniestros viales. Esto da un promedio de 12 atenciones diarias (con días picos en los que hubo 30 personas lesionados por choques), de las cuales 8 circulaban en motocicletas.

“A mayor velocidad aumenta la probabilidad de que el conductor pierda el control del vehículo, adquiere menor capacidad para anticipar los peligros o reaccionar ante imprevistos, e impide que las otras formas de movilidad con las que convive puedan prever su comportamiento”, explicaron.