Agnes Gonxha Bojaxhiu, conocida ante el mundo como la madre Teresa de Calcuta, nació un 26 de agosto de 1910 en lo que era parte del Imperio Otomano, siendo la hija menor de un matrimonio acomodado cuyo padre estuvo vinculado a la política y terminó muriendo envenenado cuando ella tenía apenas ocho años.

María Teresa de Calcuta, que tras el fallecimiento de su padre fue criada por su madre y se volcó de lleno a la religión católica, quedó en la historia como una de las grandes personalidades del siglo XX a partir de diferentes hitos de su vida.

La madre Teresa falleció un 5 de septiembre de 1997, cuando tenía 87 años, en la ciudad en la que empezó a expandir universalmente las enseñanzas de la fe cristiana y que luego pasaría a formar parte de su nombre, Calcuta. El papa Francisco fue el responsable de la canonización de la "santa Madre Teresa", el cuatro de septiembre de 2016.

La Congregación para las Causas de los Santos le reconoció como extraordinaria la curación de un brasileño enfermo en estado terminal y del cáncer de una mujer de la India.

El recuerdo de la Madre Teresa a 25 años de su muerte

Cuando tenía 12 años ingresó en la Congregación de las "Hijas de María" para iniciar con la asistencia a quienes la necesitaban, y a los 18 viajó a Dublín para ser parte de la Congregación "Nuestra Señora de Loreto", con el objetivo de llegar a la India para continuar con sus tareas altruistas.

En 1950 la propia madre Teresa fundó la congregación "Misioneras de la Caridad", y durante más de 45 años se dedicó estrictamente a atender a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos mientras expandía su congregación dentro y fuera de India.

Su obra caritativa y humanitaria la llevó a convertirse en uno de los personajes más reconocidos de la Iglesia Católica en su historia reciente y a recibir además un gran número de reconocimientos civiles y religiosos, como el Premio Nobel de la Paz en 1979.

La madre Teresa aseguró haber experimentado varias visiones de Jesús, llegando incluso a dialogar con él.

La madre Teresa dedicó su vida a ayudar a los pobres aun cuando ella no pasó necesidades durante su infancia. Nació en Macedonia del Norte en 1910, en una familia albanesa de comerciantes de clase acomodada. De hecho, su padre era un activo participante en la vida política de Albania.

Al viajar hacia la India, la monja adoptó el nombre de María Teresa en honor a Teresa de Lisieux, patrona de los misioneros. En conmemoración del aniversario de su fallecimiento, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió el cinco de septiembre como el Día Internacional de la Beneficencia.

La madre Teresa junto al papa Juan Pablo II, en uno de sus encuentros.

En 1999, dos años después de la muerte de la monja, el papa Juan Pablo II transgredió una norma vaticana para iniciar los trámites de beatificación de la madre Teresa, dejando de lado la norma de esperar cinco años para empezar con el proceso.

De esta manera, en 2002 y con la proclamación oficial, la misionera se convirtió en la protagonista del proceso de beatificación más rápido de la historia.

Su salud comenzó a empeorar desde la década de los 80. Le colocaron un marcapasos, contrajo malaria en Nueva Delhi y tuvo que resistir las complicaciones cardíacas y pulmonares que se le fueron presentando hasta que, a los 87 años, murió internada en terapia intensiva en Calcuta.

Los milagros de la madre Teresa

Los dos milagros que la Iglesia le ha reconocido a la madre Teresa y que la han llevado a convertirse en santa son de curación:

  • El primero consistió, según la Iglesia, en la erradicación del tumor que una mujer india de religión animista sufría en el abdomen, con la colocación sobre la zona afectada de una medalla que había pertenecido a la monja.
  • El segundo fue la sanación total en 2008 de un hombre brasileño que se encontraba en fase terminal, después de que su mujer interpelara a la por entonces beata.