Rumeysa Gelgi, de 25 años, de Turquía, mide 2,133 metros padece un raro trastorno genético llamado síndrome de Weaver el cual la hizo crecer  más de lo que se tiene como medidas stándar. Ahora batió tres nuevos récords mundiales Guinness después de ser medida y llegar a superar los 2,10 metros.

A principios de este año, Rumeysa fue nombrada por tener el dedo más largo de una mujer viva con 4,40 pulgadas y la espalda más larga con 23,58 pulgadas. Según Guinness World Records, tenía las manos más grandes para una mujer con su mano derecha midiendo 9.81 pulgadas y su mano izquierda con 9.55 pulgadas. Pero a pesar de romper todos los récords por su altura y ser reconocida a nivel mundial, Rumeysa fue víctima de acoso y burlas en el pasado. Ahora cree que los comentarios que le hicieron la convirtieron en una persona mucho más fuerte, ya que es capaz de lidiar con cualquier comentario de odio, especialmente en línea.

La joven de 25 años está activa en Instagram y le gusta crear conciencia sobre su condición: el síndrome de Weaver. En su página les dice a sus seguidores que no hay que temer hablar en contra de las condiciones raras: "Me gusta ser diferente de los demás".

"Nací con una singularidad física extrema. (Yo) quería que la mayor parte de ellos fueran reconocidos y celebrados como fuera posible, con la esperanza de inspirar y alentar a otros con diferencias visibles a hacer lo mismo y ser ellos mismos", expresó.

Rumeysa también trata de usar su altura extrema a su favor, y le gusta ver el lado divertido: "Me proporciona un fácil acceso a lugares altos, ¡y mirar a la gente desde arriba tampoco es algo malo!". Sin embargo, debido a su condición, Rumeysa tiene que usar una silla de ruedas y un bastón, ya que sufre de movilidad limitada. Además, también tiene problemas para tragar y respirar, y le cuesta mantenerse de pie durante cortos períodos de tiempo.