Moscas carnívoras de la especie Thyreophora cynophila, también llamadas moscas quebrantahuesos, dadas por extintas desde 1836, fueron descubiertas recientemente en el sur de Francia. Previamente, la especie fue detectada en España en 2010.

En febrero de 2022, durante una vigilancia sanitaria en el valle de Ossau, un guardabosques del parque pudo observar moscas sobre los restos de un jabalí que yacían sobre la nieve a una altitud de 1.700 metros sobre el nivel del mar. "¡Pero no cualquier mosca! Eran 'Thyreophora cynophila', también llamadas moscas quebrantahuesos", que comparten con esta ave rapaz "una cabeza de color naranja brillante", según el comunicado emitido por el Parque Nacional de los Pirineos de Francia.

El texto detalla que las moscas de esta especie son más activas en invierno, cuando sus larvas se alimentan de los restos de animales que se descomponen en la nieve, especialmente de grandes mamíferos.

La especie no se registró en la naturaleza después de 1850 y durante mucho tiempo se consideró extinta. Las razones sugeridas para su desaparición incluyen cambios en el manejo del ganado y la pérdida de megafauna depredadora; en cualquier caso, la escasez de grandes canales con huesos parcialmente triturados, que permitieran a los insectos alcanzar la cavidad medular y la médula ósea, negaba a la mosca su probable hábitat de reproducción.