El papa Francisco continúa con un "leve resfrío" que, luego de tres días de cancelaciones parciales de su agenda, lo obligó a suspender su participación en un retiro espiritual de una semana que debía empezar este domingo con la Curia romana.

"Lamentablemente el resfrío me obliga a no participar este año. Seguiré desde aquí las meditaciones", anunció Jorge Bergoglio al recitar el tradicional Ángelus dominical desde la Plaza San Pedro, en su primera aparición pública desde el pasado miércoles, ante un número de fieles notablemente menor al habitual.

Se trata de la primera vez desde 1950 que un Papa no concurre al encuentro anual instaurado por Pío XI en la Encíclica "Mens nostra" de 1929. "Francisco participará, pero a distancia", detalló a Télam el vocero papal Matte Bruni.

El pontífice confirmó así que continúa con el resfrío que durante tres días lo obligó a cancelar sus audiencias grupales, y en los que solo mantuvo los encuentros individuales agendados.

En medio de la oración del Ángelus, el Papa debió incluso frenar para toser en dos oportunidades.

La gripe de Francisco fue informada por primera vez el pasado jueves, cuando Bruni informó que el Papa canceló un encuentro previsto con el clero de Roma fuera del Vaticano.

Desde entonces, Francisco prefirió quedarse dentro del Vaticano y mantener solo las audiencias en su residencia de Casa Santa Marta, además de las misas matutinas.

Este domingo, el pontífice y unos 50 colaboradores de la curia romana debían partir hacia la Casa Divin Maestro de la localidad de Ariccia, a unos 30 kilómetros de Roma, para su semana de ejercicios espirituales.

El padre jesuita Pietro Bovati, secretario de la Pontificia Comisión Bíblica, guiará las meditaciones para el resto de la Curia, según informó el Vaticano.