Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió que la situación humanitaria en la Franja de Gaza continúa siendo crítica, tras meses de ofensiva militar israelí y desplazamientos forzados. Según la organización, cientos de miles de personas se ven obligadas a huir una y otra vez en busca de un lugar seguro que no existe.
Las familias desplazadas instalan sus tiendas en cunetas de las carreteras, sin acceso a agua, alimentos ni atención médica adecuada. El testimonio recogido por MSF describe noches de miedo y condiciones de vida extremadamente precarias.
“Las noches son intolerables”
José Más, coordinador de emergencias de MSF en Gaza, señaló que la población atraviesa jornadas de gran angustia. “La gente huye porque las noches son intolerables, no duermen, los niños tienen miedo”, explicó.
El médico advirtió además que los nuevos drones explosivos utilizados en la ofensiva generan "pavor entre la población", que se siente permanentemente expuesta a ataques.
Riesgos de un cierre total
De acuerdo con MSF, uno de los principales temores es el posible cierre del corredor de Netzarim, actualmente la única vía de conexión entre el norte y el sur de Gaza.
La organización alertó que un corte de telecomunicaciones, sumado a la falta de agua, alimentos y suministros médicos, podría empujar hacia el sur a unas 500.000 personas que aún permanecen en la Ciudad de Gaza.
Aunque algunos hospitales permanecen abiertos, MSF informó que no todos están en condiciones de funcionar. Aun así, continúan recibiendo pacientes heridos por los ataques.
La organización insiste en que la población civil enfrenta una vulnerabilidad extrema y reclama la apertura de corredores seguros para garantizar asistencia humanitaria básica.



