El cielo parece escurrirse y largar las últimas gotas. Como un trapo muy mojado, empapado de lluvias constantes, que se va retorciendo hasta secarse. Así, este viernes empezó muy húmedo y frío, con una llovizna persistente que aunque liviana, moja y mucho.

Rosario3 salió a recorrer las calles mojadas y pegajosas en las que se chocan los paraguas, abiertos para acompañar a quienes deben desplazarse varios metros. De lo contrario, no hacía falta.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) adelantó que hacia la tarde, las condiciones cambiarán. Ya sin lluvia, se esperan solo nubes y hasta algo de sol.