Expertos contratados por la Organización Mundial de la Salud aseguraron que la pandemia podría haberse evitado. Se trata de un grupo de investigadores independientes contratados por la entidad para investigar el origen del virus que se cobró la vida de más de 3,3 millones de personas.

El panel independiente describió, en un informe publicado en la sede de Ginebra, que la pandemia es el verdadero "Chernobyl del siglo XXI" y pidió reformas urgentes de los sistemas de alerta y prevención.

El grupo independiente, formado por 13 expertos, pasó los últimos ocho meses examinando la propagación de la pandemia y las medidas tomadas por el organismo sanitario y los países para enfrentarla.

"La situación en la que nos encontramos hoy podría haberse evitado", dijo una de las copresidentas del panel, Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia. El informe apunta "a una gran cantidad de fracasos, lagunas y retrasos en la preparación y la respuesta" a la pandemia, subrayó Sirleaf al presentar el informe en conferencia de prensa.

"Es evidente que la combinación de malas decisiones estratégicas, de una falta de voluntad para abordar las desigualdades y de un sistema mal coordinado, creó un cóctel tóxico que ha permitido a la pandemia convertirse en una crisis humana catastrófica", dijeron los expertos en el informe.

La creación del panel fue en respuesta a las críticas vertidas hacia a la OMS, el organismo de salud de la ONU, por su demora en recomendar las mascarillas y por presuntamente haber sido complaciente con China cuando detectó por primera vez el coronavirus y haber tardado en declarar el estado de emergencia sanitaria mundial.

"Podemos decir que hubo retrasos en China, pero los hubo en todas partes", comentó la exprimera ministra de Nueva Zelanda Helen Clark, quien copreside el grupo de expertos.

Los expertos estuvieron de acuerdo con que "transcurrió demasiado tiempo", entre la notificación de un foco epidémico de neumonía de origen desconocido en la segunda quincena de diciembre de 2019 y la declaración, el 30 de enero por la OMS, de una emergencia de salud pública de alcance internacional, el más alto nivel de alarma.

Para los investigadores, esta alerta podría haberse emitido ocho días antes. No obstante, aunque la OMS hubiera declarado la emergencia sanitaria una semana antes, las cosas no habrían cambiado mucho ante la "inacción de tantos países", admitió Clark, en referencia a que no fue hasta el 11 de marzo, cuando la OMS calificó la situación de pandemia, que las gobiernos comprendieron realmente el peligro. En definitiva, "retrasos, vacilaciones y negaciones" permitieron a la epidemia y luego a la pandemia eclosionar, dice el informe.