En junio de 2019, la Justicia avaló el reclamo de un abogado rosarino que buscaba cobrar por sus servicios como representante de la “Asamblea de socios para la recuperación de la Biblioteca Vigil”. El reclamo inicial incluía a un abogado más –Marcelo Abaca, que luego desistió de su planteo– y superaba los diez millones de pesos, pero la sala 3 de Apelaciones redujo el monto a unos 40 mil pesos que deberán abonar la Vigil y los miembros de aquella asamblea de socios. Desde la Biblioteca aseguraron que el monto sigue siendo oneroso para la institución, criticaron que se exponga a los socios y advirtieron que el fallo “sienta un peligroso antecedente”.

Desde la Vigil, calificaron el pleito como un “agobiante derrotero judicial” que culminó en junio de 2019 con la sentencia de la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones que ordena el pago al abogado Marcelo Scalona de la suma equivalente a 13 jus, es decir, alrededor de 43 mil pesos.

Ahora bien, 20 mil pesos (seis jus) son a cargo de la Vigil, por planteos que realizó como patrocinante o apoderado de la entidad; mientras que los restantes siete jus deben abonarlos en forma personal aquellos socios que integraron las distintas “asambleas” por la recuperación de la entidad.

“Como ya lo expresamos en otras oportunidades, consideramos de mucha gravedad el hecho de que este fallo sienta un peligroso antecedente en instituciones de bien público y espacios de construcción colectiva, al instalar el criterio de que toda actuación de abogados dentro de estos ámbitos siempre debe retribuirse en dinero, desconociendo el valor simbólico de una militancia abocada a justas causas sociales y culturales, y en la cual cada integrante (profesional o no), participa de igual manera”, señalaron desde la Vigil.

Nos parece inconcebible que se exponga en forma personal a quienes participaron en un espacio colectivo inspirado en una militancia (como lo fueron las distintas asambleas de socios abocados a la recuperación de la Vigil) a reclamos patrimoniales de abogados que integraban ese mismo espacio, en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros”, agregaron y aunque reconocieron que la suma a pagar es sustancialmente inferior al reclamo inicial, alertaron que “sigue siendo significativa para una institución sin fines de lucro como Vigil, máxime en estos momentos de profunda crisis económica”.