En memoria de Carlos “Bocacha” Orellano, el joven fallecido el 24 de febrero de 2020 en la puerta del ex boliche Ming River House en la costanera del centro, varios miembros de la asociación civil que lleva su nombre llevaron al Concejo un pedido de cumplimiento de un decreto que fue aprobado y no tuvo avances al momento.

Se trata de la cesión de un sector en la Terminal Fluvial de Rosario (donde se encontraba el pub y falleció Bocacha) para emplazar un espacio de memoria de aquellas personas que sufrieron hechos de violencia institucional, así como también de formación de ciencias forenses. 

Entre fines de 2022 y comienzos de 2023 fue aprobado el decreto municipal que encomienda al gobierno provincial la cesión de un espacio a la asociación para que realice sus actividades. Pero como no hubo novedades sobre el asunto en estos años, decidieron recordar el asunto este lunes en una audiencia con los miembros de la comisión de Feminismos, Disidencias y Derechos Humanos.

Ya hace algunas semanas juntaron firmas para reclamar que se cumpliera el proyecto de cesión donde se emplazaba Ming (junto al club náutico MOP), para instalar un monolito en memoria del joven Bocacha, así como para la formación en ciencias forenses y en defensa de los Derechos Humanos.

El padre del joven fallecido y presidente de la entidad, Edgardo Orellano, precisó en la reunión con los ediles: “Nosotros habíamos pedido el predio donde estaba el boliche Ming. Nos dijeron que ese sector lo iban a demoler, y que si eso sucedía, nos iban a dar una oficina dentro de La Fluvial para que trabajáramos allí en nuestro espacio de capacitación”.

Recordó que “la propuesta incluye colocar un monolito para que sea un espacio de memoria. Ahora están refaccionando La Fluvial, pero no nos dicen nada del espacio que nos iban a dar”.

Destacó que en 2024 la asociación realizó allí un acto en el aniversario de la muerte de Bocacha y lo que encontraron los sorprendió: “Pudimos entrar al boliche, y en un subsuelo encontramos una amoladora, una soldadora, 180 litros de nafta, y cosas de gente que vivía ahí. La gente del Enapro no sabía nada de esos ocupas, y entonces lo demolieron”.

La concejala Nadia Amalevi respondió al padre de Orellano que “lo que puede realizar el Concejo es pedir cumplimiento del decreto”, y aseguró que el asunto será evaluado con los concejales. 

“El proyecto también busca dar trabajo a los pescadores cuando es temporada baja. Quizás darle trabajo como timonel para el turismo hacia las islas”, agregó Edgardo Orellano, y agregó: “desde la asociación civil trabajamos a pulmón, estamos al día, y hacemos festivales en la desembocadura del arroyo Ludueña, siempre a beneficio de otros. Ojalá ustedes puedan interceder con el Enapro para que nos dé un lugar. Creo que nos corresponde. Ahí dejó la vida mi hijo. Así que lo menos que puedo hacer es poner la oficina en ese lugar que ya se venía abajo como boliche, por el bien de la sociedad”.

Un laboratorio para pericias tecnológicas 


El referente de la asociación civil y padre de Bocacha destacó que además de instalar una oficina para sus acciones, el memorial y las formaciones en derechos humanos, otro proyecto busca crear “un laboratorio tecnológico junto a la UNR” que perite celulares y otras tecnologías con uso de ingeniería cibernética. La finalidad del pedido es evitar que los resultados de las pericias demoren en exceso y que puedan realizarse en la ciudad.

Orellano desarrolló en la audiencia con los concejales sobre el asunto: “Queremos promover este laboratorio para todas las causas, porque en el caso de nuestro hijo, como en otros, se hizo todo mal: se borraron cámaras, no se cercó el perímetro, al día siguiente se hizo una fiesta de nuevo. Se harían pericias sobre celulares, por ejemplo sobre casos de violencia institucional, para que se investigue por fuera del OI, porque cuando sucede una muerte como mi hijo, de violencia institucional, los que investigan son los propios policías”.

Recordó por qué buscan promover un laboratorio independiente: "Nos interesa hacer peritajes puntualmente porque en nuestro caso, los peritos nos dijeron que no encontraron nada cuando nosotros encontramos de todo en los mismos celulares. Y hay casos que borran el contenido de las cámaras. Esos abusos no ocurrirían si hubiera un laboratorio paralelo a los oficiales. Las muestras sobre el cuerpo de mi hijo, que se tomaron bajo el protocolo de Minnesota fallaron en Buenos Aires".