Barrio Azcuénaga parece el “lejano oeste”, los ladrones andan a los tiros, con total impunidad. Así describieron los vecinos la zona, donde en mayo pasado mataron al ex futbolista Tomás “Trinche Carlovich”. Ya la semana pasada, realizaron un reclamo frente a la cámara de El Tres, pero tras un nuevo hecho violento el fin de semana, la protesta se engrosó y se transformó en un verdadero cacerolazo en Larrea al 800 que, insólitamente, fue interrumpido por un nuevo robo a tres cuadras de allí.

En contacto con el programa De 12 a 14 (El Tres), un nutrido grupo de vecinos de barrio Azcuénaga reclamaron –otra vez– seguridad.

Una mujer contó que el sábado pasado, un muchacho fue baleado en un intento de robo a las 20.30. “Se paró en medio de la calle y bien al estilo «Far west» (lejano oeste), tomó el arma con las dos manos y le disparó”, describió una mujer el último episodio violento, salido de un western.

Y reclamó “menos diagnóstico” y más acción: “Reclamamos a las fuerzas federales y a los funcionarios que cumplan con su papel. Basta de ser comentaristas y analistas y plantear diagnósticos. Necesitamos que actúen ya”.

Los vecinos quieren que la Fuerza de Respuesta Inmediata (FRI) que comenzaron a trabajar este lunes en la ciudad se queden más de 21 días.

“No tenemos paz”, lamentó otro vecino.

La protesta terminó de una forma insólita: a tres cuadras del cacerolazo de Larrea al 800, en pasaje Sívori al 3500, un ladrón fue retenido por los propios vecinos cuando intentaba entrar en una casa.