Las convocatorias solidarias de Santi Maratea no tienen límites. Movilizan de inmediato a miles de personas. Este sábado llamó a sus seguidores a colaborar con una de esas cruzadas, esta vez para "juntar plata para camionetas y bombas de agua para los incendios en Corrientes", y la respuesta que consiguió el fin de semana es impactante.

El influencer, arrancó el pedido a sus seguidores con un particular posteo de Twitter y varias historias en su cuenta de Instagram en las que expuso la situación de la provincia litoraleña y la necesidad de aportar de manera urgente.

"Mi plan era salir y ponerme en p..., pero por ahí me fumo uno y arranco colecta para camionetas y bombas de agua para los incendios de Corrientes", publicó Maratea en su cuenta de Twitter en la noche del sábado. A partir de su mensaje, el influencer comenzó una acción recaudatoria que en la tarde del domingo ya llevaba unos 84 millones pesos acumulados.

Maratea también impulsó la colecta en Instagram, en donde lo siguen más de dos millones de personas, y allí compartió imágenes de la catástrofe que atraviesa Corrientes, donde el fuego arrasó ya con más de 785.000 hectáreas rurales, incluyendo zonas de humedales.

También compartió una lista de materiales necesarios para combatir las llamas que le enviaron desde el Consorcio de Manejo del Fuego. Además, el joven habló con veterinarios y posteó una lista de lo que se necesitaba para ayudar a los animales afectados por los incendios, y se comunicó con bomberos del departamento correntino de San Miguel.

La campaña generó, por supuesto, críticas a la escasa respuesta que mostró el gobierno de Alberto Fernández en el tema, con el ministro de Medio Ambiente Juan Cabandié en el ojo de la tormenta, ante las implacables escenas que llegan desde una provincia que empezó con algunos focos el mes pasado, y tiene en estos días casi el 10 por ciento de su superficie en llamas. El desastre es de una magnitud tal que el gobernador Gustavo Valdés pidió ayuda a Brasil e incluso a Estados Unidos, declarando a la provincia como "zona de catástrofe ecológica y ambiental".