Un pochoclo estuvo a punto de costarle la vida a Adam Martin, un británico de 41 años que tuvo que ser operado a corazón abierto después de que un trocito del maíz inflado que se le quedó incrustado entre los dientes le provocara una infección.

El hecho ocurrió el último septiembre, mientras Martin, bombero de profesión, miraba una película junto a su mujer. En ese momento, una cáscara del pochoclo se le metió en los dientes, relató el hombre al medio local Cornwall Live.

El hombre trató de quitársela durante varios días con ayuda de una tapa de bolígrafo, un trozo de alambre y hasta un clavo de metal. Todo ello le provocó daños en la encía y dolor de muelas, pero no acudió al dentista.

Una semana más tarde comenzaron a aparecer los primeros síntomas de infección: sudores nocturnos, fatiga, dolor de cabeza y soplos cardíacos.

Luego de varios análisis de sangre y radiografías, los médicos le diagnosticaron una endocartitis, una infección que había dañado gravemente las válvulas cardiacas, y por la que tuvo que someterse a una cirugía a corazón abierto de siete horas.

La endocartitis se produce cuando las bacterias entran en el torrente sanguíneo y se extienden al corazón.

"Hagan la consulta ante cualquier signo de dolor de muelas, encías sangrantes, abscesos", aconsejó helen Martin, la esposa de Adam, en un posteo en su cuenta de Facebook.