La pandemia de covid reconfiguró todos los ámbitos posibles: inclusive el laboral. El repentino avance hacia la virtualidad producto de las cuarentenas estrictas hicieron que, junto a su prolongación a lo largo de los meses, se hiciera evidente que gran parte de las tareas pueden ser efectuadas desde casa. Con la post-pandemia por delante, el desafío pareciera ser la concreción del equilibrio entre las pretensiones de los empleadores y los asalariados.

El interrogante principal también se circunscribe sobre lo que piensan acerca de su futuro esquema de trabajo los jóvenes con pocos años de trayectoria y que, por ende, son más maleables a los cambios y tuvieron un menor contacto con la presencialidad.

Un informe de mayo de este año llevado a cabo por el ADP Research Institute, titulado People at Work 2022: A Global Workforce View, revela que una gran parte este grupo etario considera la posibilidad de buscar un nuevo trabajo si los empleadores insisten en que acudan a trabajar a diario de manera presencial.

Los jóvenes y la presencialidad: los números

 

De esta manera, ante la voluntad de los empresarios para incentivar a su personal a volver a la oficina, el informe deja al descubierto que los trabajadores más jóvenes son más reacios que sus colegas más longevos a volver al lugar de trabajo a tiempo completo.

Según la encuesta realizada a casi 33.000 trabajadores de 17 países, más de siete de cada diez -71%- de los jóvenes de 18 a 24 años y dos tercios –66%– de los de 25 a 34 años consideran viable la decisión de abandonar sus puestos actuales si su empleador persistiera en la voluntad para que volvieran a trabajar full-time en las instalaciones de la compañía, frente al 56% del grupo de edad de 45 a 54 años.

Teniendo en cuenta a todas las edades, dos tercios de los trabajadores de todo el mundo (64%) ya han buscado, o se plantearían buscar, otro trabajo si su empleador estipulara que deben acudir a trabajar a las instalaciones todos los días.

El informe, que explora las actitudes de los empleados hacia el mundo laboral actual y lo que esperan del lugar de trabajo del futuro, reveló que en Argentina el 62% de los trabajadores contemplaría la posibilidad de marcharse si esto sucediera.

Alejandro Russo, Operations Regional Director and Country Leader de ADP Argentina, opinó que "en un momento en que la población sigue siendo vulnerable al COVID-19, la cuestión de si se puede pedir u obligar a los trabajadores a volver al lugar de trabajo si no lo necesitan está cargada de polémica".

"Estos resultados van en contra de las suposiciones de algunos sectores de que los más jóvenes están desesperados por volver al lugar de trabajo tanto por razones sociales como de progresión profesional", afirmó Russo.

Según el especialista, esto preocupa a los directivos ya que aquella dinámica podría perjudicar el aprendizaje y la experiencia de los jóvenes al inicio de sus carreras. "Los empleadores tendrán que encontrar nuevas formas de animarles a volver a un entorno presencial, comprometerles una vez allí y ayudarles a reconstruir la confianza y las habilidades perdidas", concluyó.

La compañía ADP, especializada en la asistencia en el rubro de los recursos humanos, encuestó a 32.924 trabajadores en 17 países de todo el mundo entre el 1 de noviembre y el 24 de noviembre de 2021. Entre ellos se encontraban 15.683 en Europa (Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, España, Suiza y Reino Unido), 3.829 en América del Norte (Estados Unidos y Canadá), 5.768 en América Latina (Argentina, Brasil y Chile) y 7.644 en Asia Pacífico (Australia, China, India y Singapur).

La encuesta se realizó en el idioma local de cada uno de los países y los resultados globales se ponderaron para representar el tamaño de la población activa de cada lugar. Según detallaron, las ponderaciones se basan en los datos de la población activa del Banco Mundial, que se obtienen a partir de los datos de la base de datos ILOSTAT, la base de datos estadística central de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a 8 de febrero de 2022.