En medio de denuncias por fraude, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido para un quinto mandato de cinco años con el 74,99% de los votos. Así lo anunció en la noche del domingo el Consejo Supremo Electoral (CSE) de ese país que también aseguró que la participación fue de un 65% del padrón.

Detrás del líder sandinista quedó el candidato del Partido Liberal Constitucionalista, Walter Martínez, que cosechó un 14,4% de los sufragios, seguido por el reverendo Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense con el 3,44% de los votos.

Pese al anuncio del CSE, la oposición a Ortega denunció fraude electoral y aseguró que las elecciones se realizaron en un contexto de severas irregularidades. Principalmente por la detención de siete candidatos opositores que fueron acusados por “traición a la patria”.

Según el órgano electoral, en la jornada electoral participó el 65,34% de los nicaragüenses aptos para votar. No obstante, el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas fijó en un 81,5% la abstención.

Hubo protestas en contra de las elecciones en esta situación. (EFE)

 

Con 14 años en el poder, este será el cuarto mandato consecutivo, Ortega es acusado por sus críticos y opositores de "nepotismo" y de instaurar una dictadura, mientras que el exguerrillero asegura que su Gobierno es del "pueblo" y defiende la soberanía de su país de los "ataques" de Estados Unidos.

De hecho, el presidente estadounidense, Joe Biden, calificó como una “farsa” los comicios del domingo, concepto que también utilizó la organización Human Rights Watch (HRW), "Ortega asumirá su cuarto mandato consecutivo a fuerza de represión, censura y miedo", aseguró su director para América..

Exiliados repudiron "circo"

 

Miles de nicaragüenses exiliados en Costa Rica protestaron por las principales calles de la capital contra el "fraude" y el "circo" electoral orquestado, según dijeron, por el presidente Ortega.

En el marco de una jornada de manifestaciones, varios colectivos opositores nicaragüenses se unieron alrededor del mundo, incluido en Madrid, Miami, Panamá y Washington, para repudiar las elecciones y pedir al mundo que no reconozca los resultados electorales en Nicaragua al considerar que el proceso es una farsa que solo busca reelegir a Ortega.

Con pancartas y consignas como "No tenemos por quien votar todos están presos", "SOS Nicaragua", "Viva Nicaragua libre", "Ortega escucha seguimos en la lucha", "Yo no salgo a votar el 7 de noviembre" los protestantes pidieron a la población no salir a votar y a la comunidad internacional no reconocer las elecciones.

Human Rights Watch (HRW) calificó como una "farsa" las elecciones en Nicaragua, y según escribió en su cuenta de Twitter José Miguel Vivanco, director ejecutivo para las Américas, "Ortega asumirá su cuarto mandato consecutivo a fuerza de represión, censura y miedo".

Legitimidad en juego

 

"Hoy el mundo entero será testigo de la coronación de la dictadura en Nicaragua. El sainete electoral está en curso: unas "elecciones" sin más candidatos que los del régimen; unos "comicios" con toda la oposición en la cárcel y con la soldadezca en la calle", escribió, por su lado, el expresidente costarricense Luis Guillermo Solís en su cuenta de Twitter.

Para Solís, el proceso electoral nicaragüense "hace mofa de los métodos e instrumentos de la democracia, manipulándolos", y, con ello, "el régimen desafía socarronamente a la comunidad internacional, sintiéndose amparado por (pocas) naciones que comparten su desprecio por la libertad y los derechos humanos".

El líder de la oposición venezolana Juan Guaidó dijo que Ortega busca perpetuarse en el poder con unas elecciones "a su medida" a las que calificó de "fraude".

Estados Unidos, Canadá y la UE han advertido de sanciones tras los comicios en Nicaragua, entre cuestionamientos a su legitimidad.

El canciller nicaragüense, Denis Moncada, afirmó que el Gobierno de Ortega no teme que la comunidad internacional ignore los resultados electorales y aseguró que no se dejará intimidar.

De lograr su objetivo, Ortega, que el próximo 11 de noviembre cumple 76 años y que coordinó una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidió por primera vez el país entre 1985 y 1990, alcanzaría su quinto mandato y cuarto mandato consecutivo desde que retornó al poder en 2007.