El telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (Alma), detectó estructuras de anillos y espirales en discos protoplanetarios de apenas 300.000 años de antigüedad. Las nubes de polvo y gas no muy lejos de nuestro sistema solar están brindando a los astrónomos una rara visión de las primeras etapas de la formación de planetas. 

Los expertos descubrieron que estas nubes, que tienen entre 200.000 y 500.000 años de antigüedad y se encuentran a 700 años luz de la Tierra, albergan discos de polvo y ricos en gas alrededor de una estrella central, el lugar de nacimiento de los planetas. Las fotografías de estas características, capturadas por el Alma, se dieron a conocer el lunes en la conferencia de la Sociedad Astronómica Estadounidense que se celebró en Nueva Orleans y en línea, según publicó el sitio especializado Space.com.

Las imágenes, que forman parte de un próximo artículo que informará sobre los hallazgos, destacan los discos protoplanetarios en algunas nubes moleculares bien conocidas, incluidas Ophiuchus, Chamaeleon I y Cor Australis, entre otras. Los discos tienen "forma de rosquilla, con una gran cavidad central", dijo Cheng-Han Hsieh de la Universidad de Yale en Connecticut. 

Se observaron varios otros discos haciendo alarde de múltiples anillos y estructuras en espiral. "Esto posiblemente nos esté diciendo que la formación de planetas gigantes comienza en una etapa muy temprana después de la formación de protoestrellas", dijo Hsieh.

Las nuevas imágenes añaden más evidencia para desafiar la sabiduría predominante, que sostiene que los discos de formación de planetas necesitan al menos dos millones de años para producir mundos como los de nuestro propio sistema solar. 

Los anillos y huecos recientemente detectados en los discos protoplanetarios podrían proporcionar pistas importantes, pero "son muy difíciles de encontrar", añadió. La dificultad proviene de discos inmensamente polvorientos que bloquean la luz de las estrellas, superando los límites de nuestros telescopios: "Sin embargo, encontrarlos es muy importante porque nos dicen cómo comienza la formación temprana de los planetas", dijo Hsieh.

Además de los discos en forma de rosquilla, las nuevas observaciones de Alma revelan que los discos protoplanetarios también pueden estar llenos de gas y polvo, lo que "plantea preguntas interesantes sobre en qué tipo de sistemas planetarios evolucionarán estas dos poblaciones", dijo Hsieh. 

Los estudios futuros de los primeros discos protoplanetarios pueden revelar de cuál de los dos tipos de discos evolucionó nuestro propio sistema solar.