El presidente Javier Milei encabezó este martes en la Casa Rosada la tradicional ceremonia de Entrega de Sables y ascensos de las Fuerzas Armadas, un acto que estuvo atravesado por la presencia del general Carlos Presti, quien asumirá como ministro de Defensa el 10 de diciembre en reemplazo de Luis Petri, próximo a ocupar su banca como diputado nacional.

La llegada de Presti al gabinete marca un hecho inédito desde la recuperación democrática: será la primera vez que un militar en actividad conduzca el Ministerio de Defensa. El nombramiento, impulsado directamente por Javier y Karina Milei, implica un giro dentro de la estructura castrense y anticipa una reconfiguración profunda en la cúpula militar.

El acto comenzó a las 11 en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y reunió a los nuevos generales, almirantes y brigadieres promovidos este año. Pero todas las miradas estuvieron puestas en el general Presti, hasta ahora jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino y figura de máxima confianza de la Casa Rosada, donde su fuerza —el Regimiento de Granaderos a Caballo— tiene presencia permanente.

Reacomodamientos y tensiones internas

La designación de Presti ya generó movimientos puertas adentro de las Fuerzas Armadas. El jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, dejará su cargo en los próximos días porque no puede quedar subordinado a un oficial de menor antigüedad, como marca la tradición militar. A partir de allí, el resto de la cúpula también queda bajo revisión.

En el Gobierno prevén una reestructuración amplia que podría alcanzar a los jefes de la Armada, Carlos Alievi, y de la Fuerza Aérea, Gustavo Valverde. Este último, por su menor edad, aparece como el único con chances de continuar, aunque nada está definido.

La intención de Karina Milei, quien tuvo un rol central en la elección de Presti, es avanzar hacia una “reforma profunda” y desplazar a mandos identificados con la vicepresidenta Victoria Villarruel, histórica referente del mundo castrense. En los pasillos de la Rosada la versión más firme asegura que el general de Brigada Sebastián Ibáñez -hombre de extrema confianza de los Milei y encargado de la seguridad presidencial- quedará al frente del Ejército en reemplazo de Presti.

Otra discusión abierta es si Presti deberá pasar a retiro para asumir como ministro o si lo hará como militar en actividad, algo que el propio oficial y el Gobierno todavía no definieron pero que, puertas adentro, muchos consideran necesario para evitar conflictos institucionales.

El futuro del ministerio de Defensa

Además de los movimientos dentro de las Fuerzas Armadas, Presti deberá decidir si mantiene a parte del equipo político que acompañó a Petri en el Ministerio. Hay tres áreas clave: la Unidad de Gabinete de Asesores, conducida por Luciana Carrasco; la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares, a cargo del coronel Marcelo Rozas Garay; y la Secretaría de Asuntos Internacionales para la Defensa, encabezada por Juan Battaleme.

Petri, al justificar la elección de su sucesor, señaló: “Siempre dije que esta es una decisión del comandante en jefe. Nosotros respaldamos a las fuerzas, nos sentimos orgullosos. Ya habíamos roto una tradición al poner a militares al frente de Asuntos Militares. Esto profundiza esa línea: hace muy bien que el teniente general Carlos Presti sea mi reemplazo”, afirmó en una entrevista con A24.

Con un general activo a la cabeza del Ministerio y una reconfiguración en marcha en las fuerzas, el Gobierno prepara un cambio de etapa para el ámbito castrense, con la impronta directa de los hermanos Milei.