Iris van Herpen una diseñadora de modas de Holanda confeccionó un vestido de novias con tecnología 3D. El material que utilizó para la impresión fue nailon ligero PA 12, uno muy flexible que permite a la novia moverse y desenvolverse sin problemas o sentarse.

Según publicó el medio estadounidense New York Post, este vestido de novia es también el primero que cuenta con su propio archivo digital, en este caso se trata de un archivo con un peso de 216.7 MB en donde viene el diseño realizado en el programa ZBrush.

El trabajo lo lució Mariana Pavani quien caminó hacia el altar con el vestido que según afirman marcó un gran día no sólo para la novia sino también para la historia de la moda. "Este fue realmente un proyecto de ensueño para mí, porque la moda impresa en 3D está en museos y en las pasarelas, pero que alguien la use en el día más especial de su vida, creo que es realmente algo más", dijo van Herpen.

El corpiño del innovador vestido envuelve el torso de la novia, llega hasta su escote y envuelve su cuello con una elegancia ósea. La prenda única requirió 600 horas de trabajo en total, de las cuales 41 horas fueron de impresión y produjo un tamaño de archivo de 216,7 MB. "No hay costuras. No se podría hacer esto con un patrón típico", dijo van Herpen, quien utilizó el programa ZBrush para diseñar el corpiño.

La modista es conocida por crear piezas estilo alienígenas a partir de material sintético rígido apto para impresoras 3D. El proceso puede llevar horas y horas, pero vale la pena. Su icónica pieza de otoño de 2011, "Ensemble", también conocida como Skeleton Dress, apareció en la exhibición "Mujeres vistiendo a mujeres" del Museo Metropolitano de Arte.

Pavani se sometió a un escaneo 3D de su cuerpo para garantizar un ajuste perfecto, así como a múltiples pruebas para el vestido que llevaba debajo, que estaba plisado a mano. En el producto final, el sastre logra un equilibrio entre gracia etérea y rigidez. Van Herpen dijo que la pieza encapsula la "feminidad" con un "aire de vanguardia".

La impresión 3D, añadió, permite más espacio para la "libertad" en la moda, abriendo nuevas vías para el diseño ya que "simplemente no hay manera de que podamos hacerlo a mano", dijo.

"También me gusta la fluidez y, por tanto, también la suavidad. Su limpieza es algo que realmente me encanta", dijo van Herpen, quien imprimió una pieza en 3D por primera vez en 2010.