Mongolia ordenó la entrada en cuarentena de la ciudad de Tsetseg, en la provincia occidental de Khov, luego de que se detectaran dos muertes por peste bubónica, también llamada "peste negra".También se dispuso el cierre parcial de la frontera con Rusia, para evitar que se trate de un brote que pueda propagarse más allá de los límites del país.

Las víctimas, cuya identidad no fue revelada hasta el momento, habían consumido carne de marmota. La enfermedad también es conocida en la región como “peste de la marmota”. “Los especialistas del Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades (NCDC) y el Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades (NCDC) de Khovd y Bayan-Ulgii están trabajando para establecer una cuarentena en Jargalant y Tsetseg soums”, dijeron desde el gobierno local.

Mongolia ahora se ve afectada por una cuarentena en su región occidental, que limita con Rusia, tras haber identificado dos casos sospechosos de peste negra, la plaga medieval que continúa con remanentes en la actualidad por el consumo de carne de marmota.

Desde el Centro Nacional de Mongolia para las Enfermedades Zoonóticas (NCZD), señalaron que los tests de laboratorio confirmaron que dos individuos no identificados contrajeron "la peste de las marmotas" en la región de Khovd. Además, el Centro aclaró que había dispuesto la cuarentena para la capital de la provincia y uno de los distritos de la región, unos 500 kilómetros al sur de las repúblicas siberianas meridionales de Tyva y Altai.

Ante la situación, los vehículos vieron prohibido su ingreso temporalmente a la región. El NCZD declaró haber analizado muestras de 146 personas que, en su opinión, tuvieron contactos con las dos personas infectadas e identificaron a 504 individuos que tuvieron un segundo contacto. Según los últimos datos conocidos, el Moscow Times reportó que las víctimas eran un hombre de 27 años y una joven mujer de edad desconocida. 

¿Qué fue la peste negra? 

A mediados del siglo XIV, entre 1346 y 1347, estalló la mayor epidemia de peste de la historia de Europa, tan sólo comparable con la que asoló el continente en tiempos del emperador Justiniano (siglos VI-VII).  Desde ese momento, la peste negra se convirtió en una inseparable compañera de viaje de la población europea, hasta su último brote a principios del siglo XVIII. 

Sin embargo, el mal jamás se volvió a manifestar con la virulencia de 1346-1353, cuando impregnó la conciencia y la conducta de las gentes, lo que no es de extrañar. Por entonces había otras enfermedades endémicas que azotaban constantemente a la población, como la disentería, la gripe, el sarampión y la lepra, la más temida.

Se cree que esta pandemia costó la vida de 200 millones de personas en todo Asia y Europa, según publicó Infobae.