Este jueves 7 de agosto murió Osvaldo Piro, consagrado bandoneonista, director y compositor argentino de tango, a los 88 años. Su deceso provocó conmoción en el ambiente artístico nacional.
Los restos del músico eran velados a partir de las 17 de este jueves en el Salón Leopoldo Marechal de la ciudad cordobesa de La Falda, donde residía desde hace un tiempo.
La información la difundió Cecilia Orrillo, Jefa de Prensa de la Academia Nacional del Tango.
En la década del sesenta, Piro estuvo casado y tuvo dos hijos (Alfredo y Ligia) con la cantante Susana Rinaldi, llevó su orquesta por primera vez a Córdoba y quedó encantado con la provincia, al punto de radicarse allí algunos años después. En su vida también fue padre de Martín junto a la abogada María José Mentana.
Había nacido el 1 de enero de 1937 en el barrio porteño de La Paternal y desde muy chico se acercó al mundo del tango y el bandoneón. En su juventud, comenzó sus estudios con Félix Cordisco y continuó con Domingo Mattio, uno de los últimos integrantes de la orquesta de Aníbal Troilo (quien fue su mentor).
Con tan solo 15 años, el compositor de temas como Azulnoche y Octubre debutó con la orquesta de Ricardo Pedevilla. Un año después, ingresó en la orquesta de Alfredo Gobbi, una de las grandes formaciones del tango en la que pasó seis años de su vida. Posteriormente, en 1964, ingresó a la agrupación de Fulvio Salamanca para luego fundar su propia orquesta.
A lo largo de su carrera, el reconocido bandoneonista compuso música para teatro (Un tal Servando Gómez, 1974), televisión (El Sur) y cine (Maradona il Napoli, Francia, 1986). Además, condujo un programa en Radio Nacional entre 2001 y 2004.
Piro dirigió la Orquesta Nacional de Música Argentina (1994–2000), la Orquesta Provincial de Música Ciudadana de Córdoba (2003–2009) y fue invitado en la Orquesta del Tango de Buenos Aires y la Metropolitana de Córdoba.
El músico fue reconocido a lo largo de su carrera con premios como la Palma de Oro (Festival de La Falda, 1965), el título de Ciudadano Ilustre de Buenos Aires (1995), los premios Martín Fierro (1966), SADAIC (1992 y 1999), Min-On (Tokio, 1997) y los Premios Konex (1985 y 1995).



