No hay una sola forme de comerlo y tampoco regla fija sobre con qué acompañarlo. A la hora del dulce de leche vale tanto la cuchara como los dedos, las galletitas, una torta y hasta un plato de fideos.

Este alimento tan propio de la cocina criolla celebra este lunes su fecha: el Día Internacional del Dulce de Leche.

La jornada se estableció el 11 de octubre de 1998. Ese año, el placer que hasta tiene su propio marrón fue reconocido como patrimonio cultural y gastronómico argentino.

En diálogo con A Diario (Radio 2) el sommelier de dulce de leche Ariel Green lo definió como “una pasión”.

Además, indicó que elige conservarlo en el freezer “porque mantiene la cremosidad y el dulzor" y que, a la hora de optar, prefiere los envasados en cartón.

Consultado sobre si durante la pandemia aumentó el consumo del producto en Argentina, el entrevistado no solo respondió afirmativamente sino que indicó que "en un momento hubo escasez”.

Green detalló que consumo hogareño de dulce de leche hasta antes del Aspo era del 30 por ciento mientras que el 70 por ciento restante se repartía entre heladerías, pastelería y otros usos no domésticos.

“Durante la pandemia hubo escasez y el repostero casi no se conseguía porque la gente se volcaba a cocinar en la casa. Así que sí, aumento”, sostuvo.

El especialista destacó además que “hay un renacer del dulce de leche con la aparición de nuevas marcas y nuevos alfajores”.

Si bien el alimento elaborado a base de azúcar yleche no es exclusivo de Argentina –“en Rusia y México hay algo parecido”–, se exporta a países limítrofes como Brasil, Paraguay y Bolivia, y también a destinos más lejanos como Siria, Israel, Estados Unidos y Europa.

Ante la pregunta sobre el dulce de leche “light” y si el sabor es el mismo, Green aclaró que el alimento “es un concentrado que tiene una gran parte de la grasa de la leche, aunque es menos intenso que otros productos, como la crema de leche o el chocolate (elaborado con manteca)”

Y siguió: “El dulce de leche light pierde sabor porque para bajarle calorías le quitan grasas y se pierde cremosidad. Sí hay dulces de leche que reemplazan una parte del azúcar con stevia o edulcorante que están bien logrados”

Cartón y freezer


A la hora de optar entre envase plástico o de cartón, el especialista se inclinó por la segunda opción porque tiene menos conservantes.

Y ante la pregunta de si “el dulce de leche se guarda en la heladera o no”, Green fue más allá y afirmó: “Lo guardo en el freezer porque no se congela, solo se endurece un poco y mantiene cremosidad. Así el sabor se potencia porque una vez en la boca se atempera y ahí se siente bien el dulzor”.

Asimismo –y más allá del paladar– el entrevistado indicó que “como todo producto lácteo, se guarda en la heladera. Si no, se echa a perder”.