La portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Margaret Harris afirmó que las advertencias que hizo el organismo desde el principio de la pandemia de covid-19 no fueron tomadas en serio ni por Estados Unidos, ni por Brasil, países que llevan miles de muertos cada uno.

Estados Unidos es la nación que más casos de covid-19 registra en todo el mundo con más de 1,3 millones de infectados y más de 80.000 muertes.

En las semanas pasadas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a la OMS de un "grave mal manejo y el encubrimiento de la propagación del coronavirus". El mandatario anunció asimismo que su país dejará de financiar la organización mientras se realiza una revisión para evaluar el actuar de la institución.

Por su parte Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia en Latinoamérica con 168.331 contagiados y 11.519 fallecidos registrados hasta el 11 de mayo.

Desde que se detectó el primer caso en el país, a finales de febrero, la administración de Jair Bolsonaro se negó a aplicar una cuarentena total en todo el territorio, bajo la premisa de mantener la actividad económica y el empleo.

Luego de haber calificado al coronavirus como una "gripecita", Bolsonaro reconoció que la sociedad brasileña se enfrenta a su "mayor desafío". Sin embargo, afirma que no hay mucho por hacer porque la pandemia finalmente contagiará al "70 % de la población". 

La vocera de la OMS también señaló durante una sesión informativa virtual que los coronavirus son "virus muy complicados" y es difícil producir vacunas contra ellos, aunque existen tratamientos prometedores. "Tenemos algunos tratamientos que parecen estar en estudios muy tempranos limitando la severidad o la duración de la enfermedad", dijo la funcionaria, recalcando que de momento no existe "nada que pueda matar o detener al virus" por completo.