Las paradojas del destino o de vaya a saber qué cosa. Este fin de semana que pasó, dos ex gobernadores de Santa Fe compartieron varias horas en la misma sala de terapia intensiva de un sanatorio céntrico de Rosario. 

A Miguel Lifschitz le diagnosticaron positivo de covid el 11 de abril pasado y el 18 de abril los médicos decidieron internarlo en el Sanatorio Parque de Rosario, porque su cuadro así lo requería. Tres días después lo pasaron a la sala de cuidados intensivos. 

Su estado de salud fue empeorando y el ex intendente y ex gobernador necesitó ser intubado. No pudo salir de ese cuadro crítico y finalmente falleció, después de varios días de batalla contra el coronavirus, este domingo por la noche. 

La otra parte de esta historia tiene como protagonista a Carlos Reutemann, otro ex gobernador de la provincia de Santa Fe y actual senador nacional. 



El ex piloto de Fórmula 1, de 79 años, fue internado en la ciudad de Santa Fe por un cuadro de anemia y de descompensación.

Y hace tres días fue pasado a terapia intensiva. Su entorno confirmó que el cuadro del Lole nada tiene que ver con el coronavirus. Fue vacunado a fines de marzo.



Y el sábado, cuando Lifschitz peleaba por su vida en una cama UTI del Parque, un helicóptero trasladó de urgencia a Reutemann a ese mismo lugar.



La hija del senador, Cora Reutemann, hizo una publicación en redes sociales sobre la salud de su papá, sobre la que había muchas versiones: "El estado de papá NO se agravó. Están haciendo todo lo posible para que salga de esta situación crítica. Gracias por las fuerzas que le envían a él y a mi familia", escribió.



El resto de la historia ya es conocida. Fueron unas 30 horas en las que Lifschitz y Reutemann, dos ex gobernadores de distintas fuerzas políticas e ideas opuestas, compartieron un lugar tan desolador como indeseado.