La comunidad educativa del Instituto Olga Cossettini ingresó esta semana un pedido al Concejo para que se vuelvan a habilitar las paradas de colectivo que funcionaban en la manzana del Centro de Justicia Penal (CJP). Sostienen que desde julio del 2022 se decidió que el transporte público no pare más en esa zona, algo que perjudica principalmente a los alumnos del turno noche.

La solicitud de alumnos, docentes y directivos, que también fue presentada ante el Ente de la Movilidad y la Municipalidad de Rosario, tiene que ver con que vuelvan a funcionar las paradas ubicadas en Sarmiento y Rueda (ambas calles); Rueda y Mitre; Virasoro y Mitre; Sarmiento y Virasoro. 

Ana Isla/Rosario3

Las mismas se vieron afectadas entre 2021 y 2022 por el vallado que el ministerio de Seguridad puso en inmediaciones al predio judicial luego de distintos ataques a balazos que se ejecutaron en la previa a los juicios que se llevaron a cabo en el lugar contra Los Monos y Esteban Alvarado.

Una vez que finalizó el último juicio en julio del 2022, y se levantó el vallado, desde la Municipalidad informaron que se iban a anular las paradas de colectivo antes mencionadas. Según pudo averiguar Rosario3, esta decisión se dio luego de un pedido formal que hizo al municipio la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe.

Así quedaron las paradas de colectivo tras las modificaciones.

En el escrito, el tribunal supremo provincial hace referencia a un informe que se le pidió a Gendarmería para que evalúen los puntos críticos del predio y donde se detallan una serie de recomendaciones a tomar mejorar la seguridad del mismo.

Pero al parecer, ese informe no tuvo en cuenta al entorno del Centro de Justicia Penal y los principales damnificados son los alumnos y también vecinos de la zona que tienen que caminar dos o tres cuadras tanto para llegar al instituto como para regresar a sus casas tras el cursado.

Ana Isla/Rosario3

Durante el horario matutino el problema no es mayor ya que la zona es concurrida. Pero en el último turno, cuando los alumnos salen pasadas las 20, la situación cambia ya que a esa hora cierran la mayoría de los comercios de la zona.

Ante el temor de caminar solos y, después de algunos hechos delictivos, muchos alumnos esperan en la puerta del instituto para ir en grupo hasta alguna de las padadas de colectivo activas.

“Podrían esperar el colectivo acá enfrente que está iluminado y tienen presencia policial, pero el colectivo no para. Ni siquiera de noche, que en teoría tienen que frenar en todas las esquinas. Es algo raro, porque las garitas están, pero los colectivos no paran”, resumió uno de los impulsores del reclamo.

Por lo pronto en la sesión de este jueves el pedido de la comunidad educativa tuvo ingreso formal al Concejo y ahora deberá ser tratado en la comisión de Servicios Públicos.